De no tener convenio propio, la plantilla de
45 trabajadores de la
fábrica de sillas Andreu Nort de
Eulate ha pasado a tener uno de los mejores convenios del sector de la madera en Navarra, muy por encima del provincial. Entre una y otra situación han mediado
37 días de huelga entre el 29 de octubre y el 4 de diciembre, una negociación tensa y con muchos sobresaltos que ha terminado con un final feliz. El comité de empresa de la fábrica integrada en el grupo valenciano Andreu World, compareció el viernes para dar gracias por el respaldo unánime e inquebrantable de la plantilla, que dejó la fábrica sin actividad todo este tiempo. El órgano de representación está integrado por
tres componentes de ELA y dos de UGT.
CINCO PUNTOS
Cinco son los aspectos fundamentales en que el
acuerdo logrado en Andreu Nort mejora las condiciones preexistentes. El primero la
vigencia, puesto que se trata de un pacto que ofrece un marco estable entre el 1 de enero de 2015 y el 31 de diciembre de 2018, pero los más importantes son el segundo y tercero, la ultractividad indefinida y la inaplicación, que
blindan a los trabajadores frente a la reforma laboral. El presente convenio no tiene fecha de fin en ausencia de otro que lo sustituya y la empresa no podrá descolgarse unilateralmente acogiéndose al artículo 82.3 del Estatuto de los Trabajadores.
Los
incrementos salariales previstos son del 1 por ciento en 2015, el 2 por ciento en 2016 y 2017 y el 5 por ciento en 2018 siempre que se garantice como mínimo el IPC. Finalmente, también se logró una
protección contra el despido: para que la empresa pueda hacer uso de la extinción de contrato por causas objetivas, será necesario que el índice de absentismo total de la plantilla supere el 5 por ciento.
El nuevo acuerdo recoge varios elementos más, como la existencia de tablas salariales propias,
reducción de la jornada anual en cuatro horas y
subida de categoría de seis personas hasta 2018.
La situación que había desencadenado la huelga fue la
amenaza de un recorte salarial del dieciséis por ciento a instancias de la empresa, que finalmente quedó en un ocho por ciento. A partir de ahí y con el nuevo convenio, los trabajadores comenzarán a recuperar su poder adquisitivo.
Otra de las razones fundamentales del encrespamiento fue la
inexistencia de un marco de relaciones laborables estable que había provocado que los últimos cinco años fuesen una prolongada y convulsa negociación.
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