PAMPLONA
Actualizada 04/12/2015 a las 06:59
La posible peatonalización del Paseo de Sarasate divide al comercio
- Unos apuntan hacia la dinamización de la zona, pero otros ven problemas al quitar aparcamientos o el paso de villavesas
- Se retiraría la circulación y se dejaría para ir a pie la parte que está más cercana al Casco Antiguo de Pamplona
- NOELIA GORBEA. PAMPLONA
Muy a favor o muy en contra. La disparidad de opiniones al preguntar a los comerciantes que se verían afectados por el proyecto del Ayuntamiento de Pamplona que convertiría en peatonal gran parte del entorno del Paseo de Sarasate, el más próximo al Casco Antiguo, es clara. Síes rotundos contrastan con el recelo de otros a que se elimine el tráfico rodado y, por tanto, se perjudique a clientes o distribuidores.
Según el tipo de comercio, la respuesta es diferente. Los más ligados a la hostelería, como la pastelería Zucitola, la tienda de chucherías Kikos, la heladería Nalia, el restaurante Ñam o la chocolatería Valor, entre otros, perciben con positividad que el espacio se transforme en zona libre de coches. “Habrá menos ruido, estará la calle más limpia y servirá para que se movilice el paseo en sí, que algunas épocas del año está muy parado”, valora Lucía Agorreta, propietaria de la yogurtería Baobab y de la heladería Nalia.
Para la trabajadora de la cadena Kikos, Elena Santos, el hecho de convertir en peatonal la calle es una “buenísima idea”, aunque pone en duda la opinión de distribuidores y transportistas. “Como ciudadana estaría encantada, igual que como empleada valorando las ventas, pero me da miedo pensar en nuestro panadero, por ejemplo, que viene cargando con todas las barras en las manos, por ejemplo”, describe.
Lea la noticia completa en la edición impresa de Diario de Navarra.
Según el tipo de comercio, la respuesta es diferente. Los más ligados a la hostelería, como la pastelería Zucitola, la tienda de chucherías Kikos, la heladería Nalia, el restaurante Ñam o la chocolatería Valor, entre otros, perciben con positividad que el espacio se transforme en zona libre de coches. “Habrá menos ruido, estará la calle más limpia y servirá para que se movilice el paseo en sí, que algunas épocas del año está muy parado”, valora Lucía Agorreta, propietaria de la yogurtería Baobab y de la heladería Nalia.
Para la trabajadora de la cadena Kikos, Elena Santos, el hecho de convertir en peatonal la calle es una “buenísima idea”, aunque pone en duda la opinión de distribuidores y transportistas. “Como ciudadana estaría encantada, igual que como empleada valorando las ventas, pero me da miedo pensar en nuestro panadero, por ejemplo, que viene cargando con todas las barras en las manos, por ejemplo”, describe.
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