ENCUENTROS
Actualizada 27/03/2015 a las 06:00
La esencia de la educación Montessori se despliega en Pamplona
- El centro Laskurain y Montessori Canela organizan unas jornadas entre abril y mayo dirigida a educadores, familias, etc.
- J.P.E. PAMPLONA
"Aléjate de la sabiduría que no llora, de la filosofía que no ríe y de la grandeza que no se inclina ante los niños". Esta frase del filósofo y poeta libanés Khalil Gibran sirve para adentrarse en unas nuevas jornadas de educación Montessori que van a tener lugar en Pamplona y para las que aún quedan plazas libres.
Este encuentro lo organiza el centro Laskurain junto con Montessori Canela, entre abril y mayo, de la mano de los formadores Marco Zagal y Betzabé Lillo, y va dirigida a maestros de educación infantil y primaria, profesionales vinculados a la educación y a las familias.
La idea de estas jornadas radica en compartir la esencia de Montessori. Un método creado hace 100 años por la educadora y pedagoga italiana Maria Montessori. Suyas son frases como "jugar es el trabajo de los niños" o "los niños no hacen lo que quieren, sino que quieren lo que hacen". Precisamente, ella puso el énfasis en la observación para adaptar el entorno al niño y promover su desarrollo integral.
Tal y como explicaron los formadores en la cita del pasado año, observar a los niños supone el primer paso. Después, diseñan un programa curricular individual, teniendo en cuenta sus intereses y el momento vital de cada uno. De esta manera, el niño les guía y les muestra los caminos para ayudarles a descubrir sus talentos y potenciarlos.
Este encuentro lo organiza el centro Laskurain junto con Montessori Canela, entre abril y mayo, de la mano de los formadores Marco Zagal y Betzabé Lillo, y va dirigida a maestros de educación infantil y primaria, profesionales vinculados a la educación y a las familias.
La idea de estas jornadas radica en compartir la esencia de Montessori. Un método creado hace 100 años por la educadora y pedagoga italiana Maria Montessori. Suyas son frases como "jugar es el trabajo de los niños" o "los niños no hacen lo que quieren, sino que quieren lo que hacen". Precisamente, ella puso el énfasis en la observación para adaptar el entorno al niño y promover su desarrollo integral.
Tal y como explicaron los formadores en la cita del pasado año, observar a los niños supone el primer paso. Después, diseñan un programa curricular individual, teniendo en cuenta sus intereses y el momento vital de cada uno. De esta manera, el niño les guía y les muestra los caminos para ayudarles a descubrir sus talentos y potenciarlos.
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