sucesos I Pamplona
Actualizada 20/08/2013 a las 12:11
Identificado el autor de 15 robos gracias a la colaboración ciudadana
- Se ha decretado una orden de detención contra él, un delicuente itinerante moldavo con domicilio en Madrid
- efe. pamplona
Agentes de la Policía Nacional han identificado, gracias a la colaboración ciudadana, al presunto autor de quince robos con fuerza en Pamplona y se ha decretado una orden de detención contra él, un moldavo con domicilio en Madrid, dado que se trata de un delincuente itinerante.
Los quince robos en domicilios fueron perpetrados entre enero de 2012 y junio de 2013, según ha informado este martes la Jefatura Superior de Policía que ha indicado que la investigación comenzó a raíz de las denuncias presentadas por ciudadanos, en su mayoría de nacionalidad china, algunos de ellos propietarios de bazares y restaurantes.
Tras analizar las denuncias, los policías concretaron que todas tenían en común la vigilancia previa del establecimiento, por parte del o los delincuentes y una vez finalizada su jornada laboral las víctimas eran seguidas hasta su domicilio, lo que permitía identificar el inmueble en el que habitaban.
Posteriormente se realizaban diversas llamadas a los porteros automáticos del inmueble, hasta que localizaban la vivienda en cuestión para posteriormente marcar la misma con los horarios de los ocupantes de la vivienda.
En la última fase, se limitaban a esperar que los moradores salieran del domicilio para acceder a éste mediante la fuerza y sustraer generalmente dinero en efectivo y joyas.
Los quince robos en domicilios fueron perpetrados entre enero de 2012 y junio de 2013, según ha informado este martes la Jefatura Superior de Policía que ha indicado que la investigación comenzó a raíz de las denuncias presentadas por ciudadanos, en su mayoría de nacionalidad china, algunos de ellos propietarios de bazares y restaurantes.
Tras analizar las denuncias, los policías concretaron que todas tenían en común la vigilancia previa del establecimiento, por parte del o los delincuentes y una vez finalizada su jornada laboral las víctimas eran seguidas hasta su domicilio, lo que permitía identificar el inmueble en el que habitaban.
Posteriormente se realizaban diversas llamadas a los porteros automáticos del inmueble, hasta que localizaban la vivienda en cuestión para posteriormente marcar la misma con los horarios de los ocupantes de la vivienda.
En la última fase, se limitaban a esperar que los moradores salieran del domicilio para acceder a éste mediante la fuerza y sustraer generalmente dinero en efectivo y joyas.