ANTIGUO EDIFICIO
Actualizada 05/09/2012 a las 17:17
Unos 100 profesionales pedían que no se derribara la cárcel
- Alegan que es un edificio "bien conservado y gratis, capaz de albergar múltiples usos" y abogan por abrir un proceso de participación ciudadana
- EFE.PAMPLONA
Un centenar de profesionales vinculados al mundo del arte y la cultura, como pintores, escultores, cineastas, arquitectos, escritores o periodistas, pidió que no se derribe la vieja cárcel de Pamplona y que se diera un uso ciudadano a este "gran contenedor" ahora vacío.
Se trataba, destacaban estos profesionales en un comunicado, de una infraestructura de 11.500 metros cuadrados utilizables, en tres plantas, con cuatro brazos de unos 30 metros de largo y 16 de ancho, más otras edificaciones menores, con dos grandes patios pavimentados de 1.400 metros cuadrados cada uno.
La estructura de los edificios, agregaban, se encontraba en "muy buen estado" al haberse utilizado hasta hace dos meses.
En resumen, subrayaban, es "un edificio bien construido, bien conservado, en medio de la ciudad y gratis", que se podía rehabilitar completo o por partes e "ir usándolo al servicio de la ciudadanía conforme vayan surgiendo las necesidades concretas".
Según indicaban, era un edificio capaz de acoger muchos usos ciudadanos, como ha pasado en otras cárceles abandonadas y reutilizadas, en las que hay museos, centros cívicos, oficinas de la Administración, hoteles, albergues juveniles, centros de formación, mercados municipales, archivos y espacios de creación artística.
Por estas razones, pedían al Ayuntamiento de Pamplona que no derribe este inmueble y que "liderase el proceso de toma de datos y participación ciudadana para que se adopte la decisión más aceptable sobre su futuro".
"Es preferible pensar diez veces cuando hay tiempo que lamentarlo una sola vez cuando ya no hay vuelta de hoja", aseveraron
Se trataba, destacaban estos profesionales en un comunicado, de una infraestructura de 11.500 metros cuadrados utilizables, en tres plantas, con cuatro brazos de unos 30 metros de largo y 16 de ancho, más otras edificaciones menores, con dos grandes patios pavimentados de 1.400 metros cuadrados cada uno.
La estructura de los edificios, agregaban, se encontraba en "muy buen estado" al haberse utilizado hasta hace dos meses.
En resumen, subrayaban, es "un edificio bien construido, bien conservado, en medio de la ciudad y gratis", que se podía rehabilitar completo o por partes e "ir usándolo al servicio de la ciudadanía conforme vayan surgiendo las necesidades concretas".
Según indicaban, era un edificio capaz de acoger muchos usos ciudadanos, como ha pasado en otras cárceles abandonadas y reutilizadas, en las que hay museos, centros cívicos, oficinas de la Administración, hoteles, albergues juveniles, centros de formación, mercados municipales, archivos y espacios de creación artística.
Por estas razones, pedían al Ayuntamiento de Pamplona que no derribe este inmueble y que "liderase el proceso de toma de datos y participación ciudadana para que se adopte la decisión más aceptable sobre su futuro".
"Es preferible pensar diez veces cuando hay tiempo que lamentarlo una sola vez cuando ya no hay vuelta de hoja", aseveraron
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