Una treintena de personas, la mayor parte de ellas propietarias de viviendas, han acudido ya a la oficina de atención a los afectados por el PSIS del
Tren de Alta Velocidad (TAV) de Echavacoiz y Zizur. El despacho, situado en la 6ª planta del edificio de la antigua Caja Navarra, en la avenida del Ejército, donde se encuentra la
Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Pamplona, abrió sus puertas el pasado 5 de junio con una encomienda muy concreta: la de informar a los vecinos de todo lo concerniente a este Plan Sectorial que en estos momentos todavía se redacta.
Marisol Alegría es la responsable de la oficina junto con
Jerusalén Egea. Ambas, trabajadoras de la Gerencia, atienden a los vecinos, por ahora casi exclusivamente de Echavacoiz, que se han acercado hasta ellas para ponerse al día en un expediente del que apenas conocen que, tarde o temprano, se llevará por delante las que han sido sus viviendas en algunos casos desde hace más de medio siglo.
El Plan Sectorial de Incidencia Supramunicipal para la nueva estación del TAV contempla no solo esta infraestructura, también prevé la
construcción de más de 9.000 viviendas, la mayor parte de ellas (casi 8.000) en Echavacoiz y el resto en San Jorge, en los solares resultantes de la desaparición de la actual estación.
UN PROCESO LARGO
El desarrollo del PSIS implica además el
derribo de unas 160 viviendas en Echavacoiz y la
desaparición de la antigua Inquinasa.
"Nosotras lo que hacemos es escuchar a los vecinos que vienen y ofrecerles toda la información que tenemos. Pero sobre todo intentamos tranquilizarles porque los datos que a ellos más les interesan son los que todavía no podemos ofrecerles. Ellos quieren saber plazos, cuándo van a tener que salir de sus casas, cuánto les van a dar por ellas y si van a poder con ese dinero trasladarse a otra, y eso lo desconocemos de momento", asevera Marisol Alegría.
"Les decimos que, además, el proceso va a ser largo porque la reparcelación todavía no está terminada, y que no se preocupen porque les vamos a tener informados, pero que estén tranquilos", añade Jerusalén Egea.
LOS REALOJOS
Pero los afectados por los derribos piensan en su futuro, en el momento en el que tendrán que salir de sus viviendas y en qué derechos a realojos tienen.
"Algunos quieren saber ya dónde van a poder ser realojados e incluso nos dicen sus preferencias. Nosotras tomamos nota de todo porque nuestra labor es facilitarles al máximo posible esa salida. El problema es que el mercado no está como hace unos años, cuando se daba una vivienda nueva a cambio de la vieja, y además tenemos que esperar a que el proyecto de reparcelación ponga valor a los terrenos y a las viviendas", explica Marisol Alegría.
El problema del realojo afecta en mayor medida a los propietarios de las viviendas y menos a los que viven de alquiler, a quienes también la reparcelación les indemniza por la pérdida del contrato en función de la antigüedad, y por los gastos de traslado. "A ellos también les facilitamos los trámites del contrato del nuevo alquiler. De hecho se ha estado trabajando para que la legislación de VPO prevea reservas de viviendas para realojos, además de para otras necesidades, porque de esta forma se asegura la oferta", añade Alegría.
Selección DN+