Semana Santa 2018
El Resucitado se consolida en Pamplona
Cientos de personas siguieron el traslado del paso por las calles de la capital navarra, en su segunda edición El arzobispo Francisco Pérez acompañó al paso, que permaneció en la catedral durante la misa mayor
- Jaime Cervera
Las hermandades de Pamplona celebraron el domingo, por segundo año consecutivo, la procesión del Domingo de Pascua. El paso del Resucitado recorrió las calles del Casco Viejo arropado por centenares de personas. La procesión se vio favorecida por el buen tiempo.
Juan Miguel Arriazu, prior de la Hermandad de la Pasión hasta el año pasado, explicó que el paso se inauguró en 2017 después de restaurar una antigua figura de Cristo resucitado que pertenecía a la catedral de Pamplona. Antes de este, la última vez que la Hermandad encargó un paso nuevo fue en 1954. Arriazu también se refirió al sentido de la procesión: “Hasta el año pasado, Pamplona estaba coja; celebrábamos la procesión del Viernes Santo, pero no hacíamos nada el domingo”.
El jefe del paso del Resucitado fue Miguel Ángel Aguinaga Arregui. A pesar de sus sólo 23 años (es el más joven del grupo), este pamplonés repitió en la dirección del paso. El Viernes Santo colabora en la conducción del Cristo Alzado, pero el domingo ostenta la máxima responsabilidad. “El Resucitado se lleva con voluntarios de los pasos del Viernes Santo”, explicó Aguinaga, “la idea es que haya representación de cada uno de ellos”.
Uno de los portadores, Luis Miguel Iriarte, suele cargar con la Entrada de Jesús en Jerusalén. El Resucitado se consolida en PamplonaEl Resucitado se consolida en Pamplona. El domingo contó que, poco a poco, los compañeros que vienen de distintos pasos y que se juntan en el Resucitado el Domingo de Pascua van ganando coordinación año a año. Iriarte tiene a las espaldas “45 años de experiencia en estas labores”.
La procesión del domingo estuvo marcada por la alegría propia de la solemnidad del día, manifestada en el tono de la música interpretada por la banda del colegio Irabia-Izaga y en los rostros descubiertos de los portadores.
RECORRIDO POR LAS CALLES
Mientras los pasos de la Pasión, usados el Viernes Santo, aguardaban ya los dolores del año que viene, el Resucitado se abría camino hacia las calles del Casco Viejo.
En el palacio arzobispal esperaba el titular del mismo, Francisco Pérez, que se incorporó a la procesión junto a los miembros de la Junta de la Hermandad. El arzobispo manifestó su deseo de que, en esta Pascua, “la paz de Cristo se manifieste en todos los corazones”.
Delante del Resucitado, iban los estandartes de las dos hermandades de Pamplona, de la Asociación de la Medalla Milagrosa, de la Adoración Nocturna Femenina, de la Adoración Nocturna Española y de la Hermandad de Cereros y Chocolateros de Pamplona.
El paso fue acompañado también por una cohorte de romanos y por las tres Marías, que portaban los ungüentos de la mañana de Pascua.
Finalmente, la comitiva llegó a la catedral, donde permaneció hasta el término de la misa de doce, celebrada por el arzobispo Pérez. A su finalización, el Resucitado retornó a la sede de la Hermandad de la Pasión, en la calle Dormitalería.