Fotografía
Churrería La Mañueta, entre el fuego y los churros por Pío Guerendiáin
El Condestable acoge una exposición de fotografías dedicadas a la churrería La Mañueta hasta el 20 de agosto. Las fotografías han sido realizadas por Pío Guerendiáin.

- Asier Aldea Esnaola
Corría el año 2019, San Fermín. El fotógrafo Pío Guerendiáin acudía como todos los años desde 1965 a la churrería La Mañueta, pero esta vez no llevaba una cámara de fotos así que fotografió el lugar con el móvil. “Me salió lo que no esperaba: una calidad, una profundidad y un tratamiento que, con un programa de edición del propio móvil, conseguí sacar toda la atmósfera, todos los detalles, fondos, los tonos de colores cálidos y oscuros… Llegué a la conclusión de que todo esto era fotografía barroca”, recuerda Guerendiáin.
Tres años después de aquel descubrimiento presentó ayer en Condestable junto al director del Área de Cultura e Igualdad del Ayuntamiento de Pamplona, Jorge Urdánoz, 'La fragua de Vulcano' (Churrería La Mañueta), cuarenta instantáneas de la trastienda, que homenajean el trabajo de la familia Elizalde-Fernández, seis generaciones de churreros que cumplen 150 años en este negocio.
Las cuarenta fotos de Guerendiáin han sido elaboradas con su móvil. La presencia de tonos ocres y cálidos contribuyen a aportar esa sensación de barroquismo a las imágenes de los churreros trabajando, similares al cuadro de Velázquez 'La fragua de Vulcano', del que toma nombre la exposición.

SEIS GENERACIONES
Al evento acudieron varios miembros de la familia Elizalde-Fernández. “Es un gran honor. Toda la familia está encantada”, comenta Fermín Elizalde-Fernández, cuarta generación. Finalizada la presentación, la familia mostró su agradecimiento al fotógrafo y este les dio también las gracias, lo que muestra la sintonía entre la familia y Guerendiáin. “Pío Guerendiáin iba ya cuando vivía mi abuela y siempre nos ha hecho muchas fotos y estas refleja ese barroquismo, esa forma de trabajar desde hace 150 años”, explica Ana Elizalde-Fernández, también cuarta generación. La familia Elizalde-Fernández lleva seis generaciones dedicada a hacer churros y lo han logrado respetando la manera tradicional.
"PATRIMONIO INMATERIAL"
Varios de los motivos que han llevado a realizar esta exposición han sido, en palabras de Jorge Urdánoz, “poner en valor el patrimonio inmaterial, la labor artesanal, tradicional y especial que hace la familia en la churrería”. “No es meramente hacer churros, esto es cultura y es algo único”, añade Urdánoz. La exposición se encuentra en la planta 1, que parece convertirse en una trastienda rodeada por el fuego y los churros.