Barañáin
Una picaraza de mascota
Un grupo de jóvenes de Barañáin cuida en su bajera a una urraca que recogieron cuando sólo tenía una semana y estaba herida. Ahora, juega con niños y mayores, y se posa en hombros y cabezas
Actualizado el 09/08/2016 a las 17:01
Han pasado ya seis meses desde que ‘Pica’ hallara un nuevo hogar. Seis meses en los que se ha convertido en un miembro más del grupo. Lo peculiar es que ‘Pica’ es una urraca, una picaraza, y que su nuevo grupo son ocho amigos que comparten risas y ocio en una bajera en la plaza de los Fueros de Barañáin. Pocos podrían pensar que este pájaro, esquivo y con fama de ladrón, podía compartir cánticos con un loro e imitar el sonido de la televisión y la videoconsola. Pero lo hace, tal y como explica Jorge Sánchez Gárriz, quien se encarga en buena medida de los cuidados de este joven ejemplar. Lo hace con sus compañeros de bajera, y en especial con Miguel Fernández Ciriza, que fue quien la encontró.
“Miguel me mandó un mensaje para decirme que había encontrado un pollo. Se había caído del nido o algo así, pero no estaba ningún pájaro cerca. Tendría apenas una semana. Era sólo pico. Tenía la pata rota y, como mi hermana es veterinaria, se lo llevamos. Le puso una férula y lo desparasitó”, recuerda Sánchez. Sin saber muy bien qué hacer, decidieron comprarle una jaula y dejarla en la bajera que los jóvenes comparten en Barañáin. “Empezamos con una pequeña pero hemos tenido que comprarle cada vez una más grande y ahora vive en un chalet”, bromea. En cualquier caso, la jaula es sólo su dormitorio. “Durante el día está en la calle. Juega con los niños y se acerca a la gente que está sentada en los bancos. Les hace cosquillas en los pies... Es igual que un perrico”. Como todavía no ha terminado de mudar las plumas, son Jorge, Miguel y sus compañeros quienes le alimentan. “Compramos gusanos y cucarachas en una tienda de animales para dárselos. Y ella se lleva todo lo brillante que encuentra por la calle. Lo va guardando en un seto... Es una pequeña ladrona”.
La idea es intentar soltarla cuando sea autosuficiente. “Intentamos que sea lo menos humana posible para que pueda vivir en libertad pero la verdad es que es un pájaro muy inteligente y aprende mucho de nosotros. Ahora mismo me está picando el teléfono móvil porque me ve hablando”, señala Jorge. “Me dará mucha pena que se vaya, pero es lo mejor para ella”.
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