Un verano seco deja los embalses navarros al 24,5% de capacidad
- En verano llovió un 35% menos de lo normal, y esta semana es la tercera con 30º de media
- ASER VIDONDO . PAMPLONA .
Los embalses navarros son un fiel reflejo del verano seco que ha vivido la Comunidad foral. Actualmente, los cinco principales embalses que abastecen poblaciones se encuentran al 24,5% de su capacidad conjunta. Destaca el caso de Yesa, que está al 17% y es el más afectado por la falta de aportaciones hídricas. En cualquier caso, desde la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) destacan que no peligra el abastecimiento.
La razón del bajo porcentaje de llenado de los embalses se encuentra principalmente en la escasez de lluvias durante el verano. Según destacó la delegación de la Agencia Estatal de Meteorología en Navarra, las precipitaciones acumuladas en verano representaron un 65% de la media histórica en estos meses. Julio fue normal; julio, seco; y agosto, muy seco. Septiembre también ha sido seco, y el calor y la ausencia de lluvias se ha prolongado hasta principios de octubre. De hecho, Navarra lleva tres semanas con 30 grados de media y seguirá con máximas similares hasta el jueves, cuando llega el frío.
Así las cosas, el inicio del otoño, que coincide también con el inicio del año hidrológico, deja a Navarra con una reserva de agua de 235 hectómetros cúbicos entre los embalses de Alloz, Eugi, Itoiz, Urdalur y Yesa. En total, estos embalses comprenden 956 hectómetros cúbicos de capacidad. El año pasado, por estas fechas, las reservas totales eran de 325 hm3 (33,9%).
En el global de la cuenca del Ebro, y según datos de la CHE, se inicia el año hidrológico por debajo de la media de los últimos años. Las reservas totales son de 3.169 hm3, lo que representa un 42,2% de la capacidad total. En 2010 se estaba por estas fechas al 60,2% del total (4.519 hm3). La media del último lustro es de 3.724 hm3.
El caso de Yesa
Cuando el embalse de Yesa deja salir a la luz las ruinas de Tiermas, permitiendo el baño en las aguas sulfurosas del antiguo balneario de esta localidad, es señal de que está a muy poca capacidad. Y el final de este verano no ha sido excepcional en este sentido. Cientos de personas han pasado ya en las últimas jornadas por este punto, bañándose en el lugar incluso de noche.
Yesa, que abastece para el riego al Canal de Bardenas y para el consumo humano al entorno de Sangüesa, se encuentra hoy al 17% de capacidad. Porcentualmente es el embalse que menos agua contiene. El año pasado, por estas fechas, estaba al 41%.
Según explicaron ayer fuentes de la CHE, "la zona de Bardenas es la que peor año hidrológico ha llevado de toda la cuenca del Ebro". "Lo normal e ideal es que Yesa se llene en invierno y, durante la primavera, cuando empieza la campaña de riego, vaya cubriendo lo que pierde gracias al deshielo de la nieve en el Pirineo de Huesca", explican.
"Este año hubo menos nieve y el deshielo se adelantó. Ahí ha estado el problema. Ante este déficit, la campaña de riegos de Bardenas, que acaba de culminar, ha tenido que regularse a la baja, dejando además parcelas sin cultivar. No ha habido excedentes para dar de beber a Zaragoza mediante la conexión provisional existente, previa al recrecimiento del embalse", indican desde la CHE.