ESCUELA DE ARQUITECTURA
Actualizada 09/11/2011 a las 17:01
Un experto defiende en Pamplona que no hay mercado para que se repita la expansión inmobiliaria
- EFE. PAMPLONA
El sociólogo José Miguel Iribas considera que en España "no hay mercado suficiente para que se vuelva a repetir la expansión inmobiliaria de este último decenio, cuando se han construido tantas viviendas como en Alemania, Italia, Gran Bretaña y Francia juntas".
Iribas se ha pronunciado en este sentido en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra, donde ha impartido una conferencia, según informa este centro académico.
En las anteriores crisis, según ha señalado, "parecía que se iba a recapacitar sobre los modelos de desarrollo, pero los buenos propósitos se olvidaron cuando se retomó la actividad. No obstante, esta recesión va a ser más larga y dolorosa, por lo que tendremos un periodo mayor para reflexionar".
Tras apuntar que no es posible evitar el desarrollo urbano, ha recalcado que este "debe ser sostenible y responder a necesidades reales, lo que constituye un requisito clave para hacer buena arquitectura".
Asimismo, ha insistido en que las actuaciones "no pueden limitarse a agregaciones periféricas; cada vez es más importante la regeneración de los espacios muertos de la ciudad y la rehabilitación".
En su opinión, en los últimos 35 años se ha hecho "un mal urbanismo: se vive mal en los extrarradios".
Respecto a Pamplona ha comentado que ha superado este debate de la continuidad urbana: "Sus grandes desarrollos ya no son agregaciones en 'capas de cebolla'. Mendillori o Sarriguren, por ejemplo, son intervenciones compactas, pero lejos de la ciudad".
Por otra parte, se ha referido al esfuerzo que han realizado numerosas capitales en los últimos tiempos por ganar atractivo turístico.
En este sentido, ha comentado que ese es un sector en auge, especialmente en los países desarrollados, que ocupan los primeros puestos en las estadísticas de ingresos por turismo. Como ejemplo, ha mencionado que en Nueva York, esta partida supone un 16 % de los ingresos del PIB y en Londres, cultura y turismo suman más del 20 %.
En su opinión, los esfuerzos no deben limitarse a construcciones concretas, sino prolongarse en el tiempo. "A veces se piensa que la construcción de un espacio es suficiente reclamo, pero no basta con hacer un icono: hay que retener a la gente en la ciudad", ha explicado.
Así, ha apostado por cambiar el concepto de la actividad turística: "El fetiche tiene que apelar al protagonismo de la experiencia: la persona no puede ser una mera receptora, pues esto produce sólo una emoción instantánea. Se necesitan contenidos de tiempo para que los viajeros se queden en el lugar y disfruten de él".
Iribas se ha pronunciado en este sentido en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra, donde ha impartido una conferencia, según informa este centro académico.
En las anteriores crisis, según ha señalado, "parecía que se iba a recapacitar sobre los modelos de desarrollo, pero los buenos propósitos se olvidaron cuando se retomó la actividad. No obstante, esta recesión va a ser más larga y dolorosa, por lo que tendremos un periodo mayor para reflexionar".
Tras apuntar que no es posible evitar el desarrollo urbano, ha recalcado que este "debe ser sostenible y responder a necesidades reales, lo que constituye un requisito clave para hacer buena arquitectura".
Asimismo, ha insistido en que las actuaciones "no pueden limitarse a agregaciones periféricas; cada vez es más importante la regeneración de los espacios muertos de la ciudad y la rehabilitación".
En su opinión, en los últimos 35 años se ha hecho "un mal urbanismo: se vive mal en los extrarradios".
Respecto a Pamplona ha comentado que ha superado este debate de la continuidad urbana: "Sus grandes desarrollos ya no son agregaciones en 'capas de cebolla'. Mendillori o Sarriguren, por ejemplo, son intervenciones compactas, pero lejos de la ciudad".
Por otra parte, se ha referido al esfuerzo que han realizado numerosas capitales en los últimos tiempos por ganar atractivo turístico.
En este sentido, ha comentado que ese es un sector en auge, especialmente en los países desarrollados, que ocupan los primeros puestos en las estadísticas de ingresos por turismo. Como ejemplo, ha mencionado que en Nueva York, esta partida supone un 16 % de los ingresos del PIB y en Londres, cultura y turismo suman más del 20 %.
En su opinión, los esfuerzos no deben limitarse a construcciones concretas, sino prolongarse en el tiempo. "A veces se piensa que la construcción de un espacio es suficiente reclamo, pero no basta con hacer un icono: hay que retener a la gente en la ciudad", ha explicado.
Así, ha apostado por cambiar el concepto de la actividad turística: "El fetiche tiene que apelar al protagonismo de la experiencia: la persona no puede ser una mera receptora, pues esto produce sólo una emoción instantánea. Se necesitan contenidos de tiempo para que los viajeros se queden en el lugar y disfruten de él".