PACTO UPN-PP
Sanz dice que pactar con el PP perjudica a la estabilidad del Gobierno UPN-PSN
La semana que viene será decisiva, ya que debatirán el preacuerdo la ejecutiva y el Consejo Político de UPN
- BEATRIZ ARNEDO . PAMPLONA
"Es un mal acuerdo" el que unirá a UPN y PP para ir en coalición a las elecciones generales. El ex presidente Miguel Sanz ha sido así de contundente al opinar del preacuerdo alcanzado entre su sucesora, Yolanda Barcina, y el líder del PP, Mariano Rajoy. A principios de esta semana retiró su disposición a liderar la lista de UPN al Congreso y aseguró que no encabezará ninguna corriente interna que pueda dividir a su partido. Pero no dijo que se iba a quedar callado. Y no ha ahorrado palabras al explicar por qué se opone al pacto con el que regionalistas y populares irán juntos el 20-N si los órganos de ambos partidos lo ratifican. "Nos echamos en brazos del PP sólo pensando en Madrid y olvidando Navarra", afirma el ex presidente.
En un artículo de opinión que se reproduce en su integridad en esta misma página, Sanz considera que el PP "fagocita la autonomía de UPN", ya que éste deberá apoyar "todas las acciones del Gobierno PP". De ese modo, dice, la voz propia de UPN "se convierte solo en un cambio de ubicación". Un vínculo con el PP que, además, "bombardea los puentes construidos con el PSN" para evitar que éste llegue a gobernar con el nacionalismo en Navarra.
Sanz y Jiménez coinciden
"A cambio de asegurarnos un diputado más o menos, cuestión de escasa relevancia, perjudicamos el futuro político de la Comunidad e incluso la estabilidad del Gobierno de coalición actual", asegura Sanz. Un mensaje de alerta sobre la salud futura del Gobierno navarro de UPN y PSN en el que coincidió ayer mismo el vicepresidente del Ejecutivo y líder socialista, Roberto Jiménez: "Los intereses partidistas de UPN suponen más dificultades a la gobernabilidad de Navarra", dijo. Por el contrario, la presidenta Yolanda Barcina mantuvo que el pacto con el PP no tiene por qué interferir en la marcha de su gabinete. "Nuestra intención es que este gobierno dure cuatro años", aseveró Barcina.
Sanz no lo ve tan fácil. Afirma que hay quien todavía "no se ha enterado" de que UPN y PP no suman mayoría en el Legislativo navarro (26 de 50 escaños), sino 23 parlamentarios "y se hace necesario pactar con el PSN". Pone como ejemplo "de inteligencia política" a Coalición Canaria, que va en solitario a las generales y pacta con quien gobierne en ese momento, ya sea el PSOE o el PP.
El ex presidente navarro niega el argumento básico con el que Barcina y el PP han defendido el acuerdo: la posibilidad de que Bildu y Aralar llegaran a ser primera fuerza en Navarra si el centro derecha va dividido. Sanz opina que para ello UPN tendría que perder entre 40 y 50.000 votos, algo "poco probable". Destaca que "lo importante para Navarra" no es el número de representantes nacionalistas en las Cortes, sino en el Parlamento foral, que es donde podrían poner en marcha el proceso para integrar Navarra en Euskadi.
"Discurso de "quita y pon""
Sanz deja un mensaje abierto cuando afirma que "los partidos han de tener una coherencia, un discurso ideológico propio, no de "quita y pon" y una dignidad y lealtad en sus dirigentes que jamás ha de ser traspasada". En este sentido, invita a que se revise lo que durante estos tres años han dicho y hecho los dirigentes del PP "contra UPN y sus líderes políticos", incluso "votando en contra de la investidura de la presidenta Barcina". "La sentencia Roma no paga traidores no es aplicada por UPN. Nosotros pagamos y, además, con intereses".
El ex presidente del Gobierno foral y de UPN deja así clara su opinión, en unos días en los que a su pesar se esta materializando el cambio de rumbo en las relaciones entre su partido y el PP, con el preacuerdo alcanzado el jueves entre Barcina y Rajoy.
Hay que recordar que hace tan sólo ocho días, en el acto con el que UPN abrió el curso político en Cadreita, Barcina anunció el inicio de contactos entre ambos partidos para ir en coalición el 20-N. Fue una sorpresa para los cargos y afiliados de UPN. Y para el ex presidente. Sanz no sabía nada. Su primera reacción fue manifestar su disposición a liderar la lista de UPN al Congreso. Algo por lo que seguro que el PP no iba a pasar, por lo que el ofrecimiento suponía todo un órdago a la presidenta de su partido. Pero Sanz se lo pensó mejor. Y optó por retirar su oferta y ni siquiera acudir al comité ejecutivo de UPN que el pasado lunes autorizó el inicio de contactos con el PP.
Semana de reuniones
La próxima semana hablarán los órganos internos de UPN. El lunes, el preacuerdo será debatido y votado por la veintena de integrantes de su comité ejecutivo. Y el viernes, será el Consejo Político de UPN el que diga la última y definitiva palabra. Este órgano está formado por 232 miembros, cargos institucionales y representantes de las 60 asambleas locales del partido. La votación, por cierto, no es secreta, sino que se suele celebrar a mano alzada.
En el PP, la decisión está en manos de su junta directiva nacional. En este caso no hay duda de queapoyará en bloque el preacuerdo. Fuentes de la ejecutiva de Rajoy declaraban a la agencia Efe que este pacto es un paso "lógico y normal" entre ambos partidos tras la marcha de Sanz, al que responsabilizan de la ruptura de UPN y PP en 2008. Defienden que Barcina acaba de demostrar que es una persona "más dialogante" que su antecesor, al conseguir tan rápidamente llegar a un acuerdo con Rajoy.
Si algunos dirigentes de UPN se quejaban de la forma con la que su presidenta había gestionado este asunto, sin consultarles, no es menor el enfado en el PP de Navarra. Cargos y afiliados han seguido el proceso a través de los medios de comunicación. Y han conocido que en este preacuerdo UPN ha conseguido liderar la lista al Congreso y tener 3 de los 5 candidatos a esta Cámara, además de 2 de los 3 aspirantes al Senado. Y podrá, además, pasar al Grupo Mixto. Hoy, la vicesecretaria nacional del PP, Ana Mato, estará en Pamplona para intentar calmar los ánimos y explicar el preacuerdo a la junta directiva del PP navarro.