Condenado un policía por grabar en los vestuarios de una piscina
- El agente de la Policía Municipal de Pamplona reconoció los hechos ayer y aceptó una pena de 2 años de cárcel
- G.G.O. . PAMPLONA
Un agente de la Policía Municipal de Pamplona ha sido condenado a dos años de cárcel por un delito contra la intimidad por realizar grabaciones en el interior del vestuario masculino de unas piscinas de Pamplona sin que los grabado lo supieran. El acusado iba a ser juzgado ayer y se enfrentaba a una pena de 4 años (lo que solicitaba el fiscal), pero reconoció los hechos antes del juicio. Además, presentó un informe médico que certificaba que sufre un trastorno de la personalidad y al aplicarse esta atenuante, la pena quedó en dos años de cárcel y una multa de 4.320 euros.
El procesado efectuó estas grabaciones fuera de servicio en los vestuarios masculinos de unas piscinas de Pamplona entre los meses de julio y agosto de 2009. Mediante una microcámara "debidamente ocultada para evitar ser detectado", escribe el fiscal en el relato de hechos dado por probado, grabó a numerosos usuarios varones, tanto mayores como menores que "se encontraban desnudos, duchándose o cambiándose", sin que ellos prestaran su consentimiento ni sospecharan que estaban siendo grabados. El acusado fue descubierto el 19 de agosto. Tras el examen del disco duro de su ordenador portátil se pudo comprobar que parte de los archivos de vídeo contenían imágenes de las grabaciones.
Pidió perdón
Ayer, durante la firma del acuerdo, el acusado pidió perdón a los afectados y a la sociedad. Fuera de las sala de vistas se encontraba una veintena de afectados y policías municipales, a los que la juez y la fiscal explicaron después (una vez que el acusado había abandonado la sala por otra puerta) los términos del acuerdo.
Solucionada la vía penal, queda por determinar ahora las consecuencias internas. El agente se encuentra ahora de baja. Si los hechos son considerados "graves" se enfrenta a una suspensión de 3 meses a 3 años. Si es tipificada como "muy grave", de 3 años o incluso la expulsión del cuerpo.