Personas evacuadas en helicópteros o en lanchas, garajes y portales anegados, cortes de luz...
Pamplona vivió una
histórica riada en junio de 2013. En
Elizondo, por su parte, fue en julio de 2014 cuando
elevaron al máximo el nivel de emergencia por el desbordamiento del río. Capítulos como éstos se han vivido en otras épocas en diversas localidades navarras como
Cortes, por ejemplo.
En nuestros días, la
comarca de Pamplona constituye el lugar con más riesgo de todo el territorio foral. Le siguen el
eje del Ebro y la
cabecera del Bidasoa. En concreto, son más de 80 las localidades que padecen esta amenaza, tal y como puede verse en el
mapa.
Con el fin de minimizar los daños de futuras inundaciones en toda la Comunidad foral y evitar empeorar la situación actual, este año se va a aprobar un
plan de gestión gracias a un trabajo conjunto entre la Confederación Hidrográfica del Ebro y la del Cantábrico, el Gobierno de Navarra y los ayuntamientos.
Este proyecto se enmarca en
una directiva europea y los primeros pasos se dieron en 2011. Aquel año se identificaron de modo preliminar las
zonas de riesgo de inundaciones. Dos años después se elaboraron unos
mapas de peligrosidad con los que se puede comprobar las
consecuencias que podrían tener las inundaciones.
Por último, 2015 constituye el año límite para ratificar unos
planes de gestión con los que responder a esa peligrosidad. Unos proyectos que deberán poner en marcha desde las confederaciones con distintos departamentos del Ejecutivo foral, como Obras Públicas, la Agencia Navarra de Emergencias y Medio Ambiente, junto con los
ayuntamientos afectados, según han confirmado desde las dos confederaciones y el Ejecutivo navarro.
MEDIDAS CONCRETAS
Las medidas para responder a esa peligrosidad serán de cuatro tipos:
preventivas, de
protección (limpiezas de cauces, reforestación...),
preparación (sistemas de información, evacuación...) y de
recuperación.
Según detallan desde el Ejecutivo navarro, esos planes figuran ya en
exposición pública e incluyen aspectos como la necesidad de elaborar
planes municipales. En estos momentos, los tienen Aoiz, Barillas, Monteagudo, Pamplona, Tudela, Tulebras, Urraúl Bajo, Artajona, Cirauqui, Mañeru, Sangüesa, Cáseda, Huarte y Villava.
El objeto básico de estos p
lanes de emergencia local ante el riesgo de inundaciones radica en que los Ayuntamientos y la población de los municipios afectados se guíen por un "dispositivo permanente y actualizado de información, previsión, alerta y actuación, capaz de proteger a la población y, en lo posible, evitar o reducir los daños, de acuerdo con los medios y recursos locales disponibles".
Fuentes del Gobierno y de las confederaciones coinciden en que resulta "difícil modificar obras ya construidas, pero los daños se mitigarían
avisando con más tiempo", ejemplifican. Y añaden: "Habrá que evitar también
construir en áreas inundables".
También se incluyen
medidas de ordenación del territorio, que conllevan revisar planeamientos urbanísticos para no edificar en zonas inundables. En el ámbito de medio ambiente recogen
mejorar predicciones y datos en tiempo real, entre otros. A
nivel de emergencias, por su parte, recogen la necesidad de mejorar la respuesta, de hacerlo de forma coordinada y lo más rápido posible. Por último, hay medidas concretas como
dar más espacio al Ebro o derribar
presas en desuso como la de Bera.
Selección DN+
RG dijo..El riesgo de inundación existe en Navarra desde la formación de los Pirineos, el problema es que se deja construir no importa cómo y no importa dónde!
Tienes razón se ha construido en zonas inundables y como se suele decir al final las aguas de los rios vuelven a su cauce.
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