Tres mujeres víctimas de
violencia de género utilizan en
Navarra las
pulseras antimaltrato. Estos tres casos representan la máxima gravedad de una realidad que en la Comunidad foral se tradujo en 2013 en más de 1.000 denuncias. En España hay unos
3.000 aparatos disponibles para garantizar, con medios electrónicos, las
medidas de alejamiento en casos de maltrato. Sin embargo, sólo están activados alrededor de
800. Es el agresor quien se coloca la pulsera, mientras que la víctima lleva consigo una especie de mando.
A
situaciones de riesgo extremo también se le ha hecho frente con
escoltas. Una decisión que adoptan los profesionales tras analizar y valorar cada caso. En la Comunidad foral, en los últimos años, entre
una y dos mujeres vivieron escoltadas. Hoy en día, no hay ninguna.
Estos datos se desprenden de los informes que manejan en la
Delegación del Gobierno de Navarra en un comienzo de año en el que, a nivel nacional,
la violencia de género ha repuntado a niveles de 2008. De hecho, hasta el pasado 20 de marzo se contabilizaron 18 víctimas mortales, siete más que en el mismo periodo de 2013. Unos datos a los que hay que sumar una
nueva víctima mortal, el pasado viernes.
Volviendo la mirada a Navarra, en 2013 la
cifra de denuncias bajó respecto a 2012, al pasar de 1.096 a 1.002. En esta línea, la atención de las autoridades la acaparan especialmente dos coyunturas. La primera, el alto porcentaje de
retirada de denuncias, con un 31,83% frente a la media del 11,73% del Estado. Y la segunda, que el 37% de las denuncias fuera interpuesta por una
mujer joven, la mayoría de entre 18 y 24 años. Un hecho que ha promovido el
impulso de las campañas de sensibilización, según informaron desde el Instituto de la Mujer de Navarra.
A su vez, la pasada semana, desde el
Gobierno central anunciaron que van a trabajar con profesionales de todas las comunidades para analizar la eficacia de la
ley de violencia de género cuando se cumplen 10 años de su aplicación.
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