El ligero repunte experimentado en las adopciones internacionales en territorio navarro durante 2013 no se vio reflejado en el campo de las
adopciones nacionales, que
en 2013 igualaron a las
9 de 2012. Cifra que se aleja del apogeo que se vivió en la Comunidad foral en 2006, cuando se alcanzaron las 15 adopciones nacionales.
Lo que las estadísticas también reflejan es que con la disminución de las adopciones internacionales la tendencia es que lentamente se equiparen con las nacionales. De hecho,
en 2013 se produjeron en Navarra trece solicitudes de adopción internacional frente a 21 de de adopción nacional, lo que supone un cambio de tendencia.
De estas nueve propuestas de adopción en 2013, cinco fueron para menores de Navarra y las cuatro restantes para menores de otras comunidades autónomas. Se trata de acogimientos familiares preadoptivos, que son el paso previo a la adopción.
Las preferencias de los padres adoptantes a la hora de buscar un perfil son idénticas a las de la adopción internacional: niños sanos, menores de dos años y con consentimiento de los padres para la adopción. "En la adopción nacional
el tiempo de espera es muy largo y disminuye el número de menores adoptables. Por ejemplo, antes ser madre soltera estaba mal visto y muchas mujeres eran repudiadas, pero ahora se ha cambiado la mentalidad y también influyen los métodos anticonceptivos. Ahora se valora la desprotección o el desamparo del menor y que el pronóstico de recuperabilidad de los padres no sea positivo. En estos casos hay dos medidas, el acogimiento temporal y la adopción, y por eso los procesos se alargan judicialmente", explica
Maite Miguez San Román, Jefa de sección de Adopción y Acogimiento Familiar del Gobierno de Navarra.
Las adopciones sólo pueden constituirse a través de un
auto judicial, y es la entidad pública (en el caso de Navarra el Departamento de Políticas Sociales) la que eleva la propuesta de adopción al Juzgado. En 2013 hubo en Navarra 14 autos de adopción. Lo que también parece claro es que la opción de los
acogimientos temporales, que por ahora no han calado demasiado entre la sociedad navarra, debería incrementarse para dar apoyo a niños con una situación familiar desfavorable.
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