El fuego deja un reguero de animales muertos que aún no puede evaluarse
Desde asociaciones de cazadores alertan del daño de los incendios en corzos, aves, conejos, o la pérdida de sitios de anidación en plena época de nascencia

Hagan caso a los que saben. Por Íñigo González
Botánicos, guardas forestales, cazadores, agricultores... si alguien quiere escuchar de primera mano a quien mejor conoce el campo no le faltarán voces. Y es el momento de oírles. Navarra vive su mayor tragedia medioambiental en décadas y los que mandan harían bien en delegar en los que saben ahora que llega el tiempo de actuar. Gestionar el campo no debe hacerse desde la ciudad, a golpe de normativa y prohibición. Habrá que permitir desbrozar, ampliar caminos, recuperar antiguas fuentes para balsas artificiales de riego... pensar bien qué se replantará. El pino crece rápido. Sí. Pero arde aún a mayor velocidad.