Albert: “Nuestro principal interés está ahora en el proyecto minero de Muga”

Lleva apenas cinco meses en Pamplona. Este es su primer invierno aquí. Peter Albert (nacido en 1958 en Malasia, con nacionalidad australiana y británica) llegó directo de Hong Kong, donde estuvo siete años al frente de Jinchuan International Group (JCI), una multinacional minera que cotiza en la Bolsa de ese país. Antes había estado en Sudáfrica, Zambia, RD Congo, Australia, Laos, Tailandia, Camboya, Indonesia y Reino Unido. Siempre ligado a la mina, como ahora. Durante los últimos 20 años, este ingeniero metalúrgico (por la Universidad de Birmingham, Reino Unido) se ha dedicado a poner en marcha importantes proyectos mineros desde el momento cero hasta dejarlos en funcionamiento. Minas de diferentes productos, como cobre, platino, oro, uranio o fosfato. Normal que cuando habla de mercado local se refiera, no a Navarra ni a España, sino a Europa. Esas son sus coordenadas. Ahora, también está al frente de un proyecto minero, el de Muga, de potasa, que afecta a Navarra y Aragón, desde que en septiembre le nombraron director ejecutivo y CEO de Geoalcali. Ha cambiado el país asiático por Carlos III, donde están las oficinas de la empresa, y se ha trasladado a Pamplona con su mujer y sus dos hijas (de 1 y 3 años). Tiene otros dos hijos residentes en Australia (de 30 y 32 años). Cuando Albert se incorporó, el proyecto de Muga ya estaba en marcha, desde 2012, fecha en la que se constituyó Geoalcali. ¿Qué es Geoalcali? Es la empresa constituida en Pamplona para la puesta en marcha de un proyecto dirigido a la investigación de yacimientos de potasa y para su explotación minera. Aunque tiene intereses en otros proyectos de la zona, ahora su máxima prioridad e interés está en el proyecto de Muga, que es el que está más adelantado, según explicó su directivo, Peter Albert. Geoalcali tiene en estos momentos 49 trabajadores en Pamplona, donde tiene su sede, y cuenta con una pequeña oficina en Zaragoza. DESDE AUSTRALIA Geoalcali es una filial de Highfield, que es el propietario. Y, ¿qué es Highfield? Aquí viene lo curioso. Es una empresa con sede en Australia, en cuya Bolsa cotiza, impulsada por diferentes inversores. Nació a principios de 2011 para buscar y desarrollar proyectos mineros en todo el mundo. Aunque siguen buscando otros proyectos, su principal activo es Geoalcali. Pero, ¿qué hace una empresa australiana en Pamplona? Y, sobre todo, ¿cómo está cotizando sin tener todavía actividad? “El presidente de Highfield, Derek Carter, australiano, invierte en diferentes proyectos. Se juntó con inversores (de distintas nacionalidades, como el español, Pedro Rodríguez, con quien Carter tenía relación; el grupo de inversión EMR y el equipo directivo, entre otros) para buscar dónde invertir a largo plazo. Identificaron la potasa como un mineral con perspectiva de crecimiento a medio y largo plazo. Buscaron un grupo con experiencia en buscar proyectos mineros, identificaron varios y el más atractivo resultó ser el de España. Carter tenía relación con España porque había trabajado en Río Tinto. Para el desarrollo del proyecto español se constituye Geoalcali, 100% de Highfield. Mientras se investigaba, la matriz ya empezó a cotizar en Bolsa. Es algo normal porque el proyecto exige muchos recursos económicos y los inversores así tienen la certeza de que se cumple con las exigencias internacionales de la Bolsa. Los países que tienen experiencia en los últimos cien años en minería son Canadá, Gran Bretaña y Australia, por eso es lógico que los inversores vengan de allí, porque es donde hay tradición de inversión minera”, explicó el directivo. E insistió en que Geoalcali es un proyecto 100% español, con trabajadores españoles y al que le gustaría que se sumaran inversores de este país. ¿En qué consiste el proyecto de Muga? En hacer una mina subterránea para sacar potasa. Está ubicado a unos 50 kilómetros de Pamplona y afecta a los términos municipales de Undués de Lerda y Urriés (Aragón), Sangüesa y Javier (Navarra). Además de la mina está previsto la construcción de una planta de tratamiento que estará ubicada cerca de la localidad de Sangüesa. Todas las instalaciones (la planta de transformación y los accesos a la mina e instalaciones) ocuparán 210 hectáreas. ¿Para qué sirve la potasa? Es un elemento fundamental de los fertilizantes, por lo que los clientes serán sus fabricantes de España y europeos, “mercado local”, dice Peter Albert. ¿En qué fase está el proyecto? A pesar del tiempo transcurrido desde la constitución de Geoalcali en 2012, todavía no han comenzado las obras, debido a los permisos necesarios. Pero es un tiempo que entra dentro de lo lógico, según Albert. “El proceso va muy bien, ha sido todo ágil y rápido”, comentó. En esos momentos, le falta el permiso del Ministerio de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente y su declaración de impacto medio ambiental. El ministerio ya ha recibido los informes de los organismos preceptivos (desde los gobiernos de Navarra y Aragón, hasta las instituciones directamente involucradas). Geoalcali está trabajando en la contestación que debe enviar al ministerio con las indicaciones recibidas para recibir la declaración de impacto ambiental. Después serán necesarios los permisos de los ayuntamientos correspondientes. “A priori, y desde el punto de vista técnico, no hay nada que impida la viabilidad del proyecto”, añadió, sin querer aventurar cuando tendrán todo listo. “El expediente ha sido más complejo de lo normal porque se ha tenido que tramitar ante dos comunidades, Navarra y Aragón”, apuntó. A partir de la obtención del permiso, el tiempo previsto hasta que esté finalizada la mina y la construcción de la planta será de dos años y supondrá una inversión de 267 millones de euros, de los que 33 ya se han invertido. En esta fase se llegará a una producción de 540.000 toneladas al año. La siguiente fase, para aumentar la producción hasta los 1,1 millones de toneladas/año, supondrá 18 meses más de obras y se invertirán otros 146 millones de euros. Así que, en total, en unos cuatro años la inversión sumará 413 millones. En cuanto a los trabajadores, la empresa prevé que cuando la mina haya alcanzado la plena producción serán necesarios 800 personas. “Por mi experiencia, el empleo indirecto sumará más de 3.500, y es una cifra conservadora, por el desarrollo de servicios, hoteles, restaurantes, proveedores...”, explicó el directivo. SE VENDERÁ SAL PARA EL DESHIELO La mina es subterránea, no a cielo abierto. Y, una vez finalizada su utilidad, se intentará reintroducir al máximo los residuos obtenidos después de haber extraído la potasa. Es el conocido como ‘backfilling’. Es un proceso más costoso pero más respetuoso con el medio ambiente, explicó el director ejecutivo Peter Albert. Del resto de residuos, se obtendrá sal para el deshielo, la que se reparte por las carreteras cuando se prevén heladas. Para ello se construirá una pequeña planta. El pasado mes de junio, Geoalcali firmó un acuerdo con Cargill, uno de los mayores productores de EEUU de sal de mundo. Por este acuerdo Cargill manifiesta el interés en adquirir un millón de toneladas al año de sal de deshielo. Así que este será el principal mercado de los residuos producidos en Muga. Hay que tener en cuenta que de cada seis millones de toneladas de material que se saque de la mina, un millón será de potasa. El tiempo de vida estimado de la mina está fijado en 47 años, pero podría alargarse la utilidad durante más tiempo, según explicó Peter Albert, director ejecutivo.

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Británico y australiano, Peter Albert ha venido a Pamplona a dirigir Geoalcali, el proyecto minero entre Navarra y Aragón. Sumará 410 millones de inversión en cuatro años

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