El compromiso con la
Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) vivía hace dos décadas su punto álgido en
España. Las Organizaciones No Gubernamentales de Desarrollo (
ONGD) convocaban entonces concentraciones y acampadas multitudinarias para reclamar que el
0,7% de la
Renta Nacional Bruta (RNB) fuera destinada a ayuda al desarrollo.
Medio millón de firmas fueron presentadas en junio de 1994 ante el
Congreso de los Diputados y, tres meses después, en septiembre de ese mismo año, se llevaba a cabo la primera acampada del 0,7% -constituido en todo un movimiento social- frente al
Ministerio de Economía y Hacienda, una movilización que se extiende, originando acampadas de protesta en casi todo el país, con la presencia de miles de personas en las calles.
En 1995 la presión social en pos del objetivo del 0,7% continúa con una sonada huelga de hambre, y sus exigencias se concretan en el
Pacto por la solidaridad, firmado con el consenso del
PSOE y del
PP, tras la negociación entre los diputados populares
Loyola de Palacio y
Rafael Hernando y los huelguistas, que desembocaron en las condiciones de un acuerdo por el que el
PP se comprometía a entregar una cantidad equivalente al 0,5% del
Producto Interior Bruto (PIB).
La
cooperación para el
desarrollo cala progresivamente en el tejido social como un elemento de cohesión. Para muestra un botón: en el año 1983 España destinó a
AOD un 0,05% de su producto nacional bruto (
PNB). Desde entonces, el incremento en términos absolutos se consolida hasta alcanzar el 0,35% del
PNB en 1995.
El compromiso español en la ayuda al desarrollo queda fuera de toda duda en los años posteriores, tras masacres y catástrofes naturales como el
genocidio de Ruanda en 1994, el
huracán Mitch, que asoló
Centroamérica en 1998, el
tsunami del sudeste asiático de 2004 o el
terremoto de Haití en 2010, donde
España se convierte en el primer donante de
Europa para la reconstrucción del país antillano.
No obstante, a lo largo del último lustro,
España ha recortado un 62,2% su
AOD neta, que actualmente supone el 0,17% de la
RNB, un porcentaje que se sitúa en el puesto 21 de entre los 28 países donantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (
OCDE), cuya media alcanza el 0,30%, un porcentaje que alcanza el 0,42% en el promedio de la
Unión Europea.
El caso concreto español se enmarca en una tendencia global a la baja de los presupuestos destinados a la
cooperación al desarrollo. A pesar de los acuerdos de la 34 Asamblea General de la
ONU, en 1980, que reflejaban el compromiso del 0,7%, en la última década se ha producido una marcada disminución de la proporción de la ayuda al desarrollo en el total de los presupuestos nacionales.
Actualmente solo cinco países han alcanzado la meta fijada hace casi 35 años:
Dinamarca,
Países Bajos,
Luxemburgo,
Noruega y
Suecia. En términos netos,
Estados Unidos sigue siendo el principal donante -aunque porcentualmente apenas dedica un 0,21% de su
RNB-, seguido por el
Reino Unido,
Francia y
Alemania.
'LA REALIDAD DE LA AYUDA'
Oxfam Intermón presenta este martes la vigésima edición de su informe 'La realidad de la ayuda' y lanza la primera web de transparencia y vigilancia ciudadana sobre
cooperación al desarrollo, con visualizaciones interactivas de datos y análisis exhaustivos de los mismos, que permiten entender la evolución de la cooperación y el estado de las políticas públicas en este sentido en la actualidad.
Esta
ONG publicó hace dos décadas, coincidiendo con las grandes acampadas para reclamar el anhelado
0,7% del
PIB como presupuesto de la cooperación al desarrollo, su primer estudio 'La Realidad de la Ayuda', un referente de la información sobre las políticas de
cooperación que alimenta el debate social y sirve como referente de la agenda política.
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