Las candidatas de
América Latina y
España al concurso de Miss Universo continuaron hoy su desfile por diferentes foros de Miami en su camino hacia la final del 25 de enero y en busca del triunfo soñado.
En un encuentro celebrado en la sede de
Telemundo, la televisión hispana que trasmitirá el certamen en español para
EE UU y
América Latina, las favoritas subrayaron hoy que este certamen de belleza es "un sacrificio" que beneficiará sus respectivas carreras en el mundo de la moda y las pasarelas.
"Dejamos a nuestra familia y a nuestros seres queridos para emprender un vuelo", explicó la modelo de 24 años Gabriela Berrios, que estará representando a
Puerto Rico en el concurso.
Todas ellas sueñan con desfilar en importantes pasarelas del mundo y posar para las principales firmas de moda, por lo que creen que vale la pena sacrificar sus vidas por destacar en el certamen de
Miss Universo.
"Tenemos que hacer dietas, ir al gimnasio, levantarnos muy temprano y aprender todo tipo de cosas como maquillaje, peluquería y protocolo", añadió la joven boricua.
Sally Jara Davalos, actual Miss
Paraguay, apuntó también que todas las candidatas están aquí "por un sueño" e insistió en que todas ellas son capaces de "soportar mucho más allá de lo que la gente puede ver".
"Somos criticadas, estamos todo el tiempo observadas. La gente cree que nosotras debemos estar perfectas pero no es así. Somos personas que sentimos realmente y también sufrimos detrás de este sueño", señaló la modelo paraguaya, de 20 años.
La representante española,
Desiré Cordero, que durante cuatro meses se preparó en temas de "registro, oratoria, protocolo, peluquería y maquillaje", admitió que ésta es una gran oportunidad para emprender su carrera como modelo.
"Es un sacrificio pero también pienso que es algo muy bonito que disfrutamos todas, y es una experiencia que no deberíamos olvidar ninguna de nosotras", dijo ilusionada.
Las veinte candidatas iberoamericanas se presentaron en el club de Golf de Doral, ciudad aledaña a Miami, con motivo del certamen de belleza que se celebrará el próximo 25 de enero en esta ciudad, promovido por el millonario
Donald Trump.
Las modelos iberoamericanas aprovechan estos días previos a la final del concurso "como un aprendizaje" que les da "fuerza y seguridad" para consolidarse como profesionales de las pasarelas, y se mostraron convencidas que el próximo título de Miss Universo volverá a hablar español.
"Lo que me importa es que
Venezuela esté orgullosa del papel que estoy haciendo, que sigamos siendo favoritos en los concursos de belleza y que sigamos destacando allá donde lleguemos", explicó la modelo venezolana Migbelis Lynette Castellanos, quien espera revalidar el título que posee su compatriota Gabriela Isler.
"Siento que tengo la capacidad de estar un día en una de las mejores pasarelas del mundo como
Nueva York", señaló al respecto Kimberly Castillo, representante de
República Dominicana.
Castillo aprovechó su intervención para destacar el compromiso social que lleva manteniendo la organización de
Miss Universo a lo largo de sus 63 años de existencia, algo que, en su opinión, suele atraer a las candidatas del concurso.
"Las misses somos embajadoras de nuestro país, pero también somos embajadoras de esperanza y llevar alegría allá donde no la hay", dijo la modelo.
Durante este encuentro con los medios de comunicación latinoamericanos, las concursantes de
Miss Universo demostraron estar al tanto de la situación política en Estados Unidos, y reclamaron una reforma migratoria que favorezca a la comunidad hispana que reside en este país.
En este sentido la candidata
argentina,
Valentina Ferrer, explicó que la población latina en
EE UU tiene "un peso muy importante" y "ayuda muchísimo" al desarrollo económico y social de la región.
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