En
Venezuela hay
escasez de papel higiénico, harina de maíz, leche y medicinas. Y ahora hasta de
patatas fritas de los McDonald's, que en cualquier parte del mundo son parte consustancial del menú. Las
cien franquicias del país se han visto obligadas a
sustituir el tubérculo congelado por yuca -con mucho más almidón-
o arepas, la torta parecida a los crepes pero elaborada con maíz.
La cadena de hamburgueserías, icono junto a Coca-Cola de la comida rápida yanqui, ha tenido que
cambiar hasta las fotos publicitarias por culpa de una malévola alianza entre escasez, problemas de distribución y un supuesto conflicto laboral de los trabajadores de los muelles de la costa oeste que no embarcan las papas con destino a la exportación. La huelga afectó hasta a los restaurantes de comida rápida japoneses.
Pero los nipones solucionaron el problema en pocos días. En Venezuela los dependientes han cambiado su letanía de "Big Mac con papas y Coca" por "¿desearía yuca con su Big Mac; ¿prefiere arepas o ensalada?".
Sonia Ruseler, portavoz de Arcos Dorados -la operadora de McDonald's en América Latina, con sede en Argentina-, no informó si otros países de la región también se han quedado cortos de patatas. La franquicia atribuye la ausencia del alimento a una
"situación puntual de distribución".
Lo curioso es que el tubérculo de fama mundial es de origen americano. Con comprarlas, pelarlas y freírlas podría resolverse provisionalmente el asunto. Pero no se puede. Normas caprichosas de las multinacionales.
Sonia Ruseler, directora de comunicación de la compañía, explicó que todas las patatas que se consumen en los McDonald's de Latinoamérica provienen de Argentina, Canadá o Estados Unidos. Evitó atribuir la escasez a un problema con la adjudicación de divisas, que ha afectado a multinacionales de otros sectores, y aseguró que se está intentando resolver el problema "lo más pronto posible".
Para John Toaspern, jefe de mercadotecnia de la Junta de la Papa de Estados Unidos, el desabastecimiento no es por la protesta de los estibadores. Durante los primeros diez meses de 2014, Venezuela solo importó el catorce por ciento de las patatas fritas que en el mismo período del año anterior.
En un comunicado, la empresa señaló que trabaja para solucionar la situación. "Mientras tanto, seguimos ofreciendo a nuestros clientes la experiencia McDonald's con opciones cien por cien venezolanas", indicó la compañía.
Los consumidores no quieren saber de excusas. Quieren los menús tradicionales. Ya sea una Cajita Feliz o un Big Mac, pero con esas patatas de sabor indescifrable. Algunos se marchan sin comprar porque la yuca y la arepa las tienen en casa. "Es por la situación aquí, es una debacle total", dijo María Guerreiro, quien se marchó de un McDonald's de Caracas con su familia cuando se enteró que estaban sirviendo yuca frita en vez de patatas.
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