El
Ministerio de Salud de Brasil considera una
"epidemia" el aumento de los partos por cesárea, razón por lo que propugna una serie de medidas para desincentivar esta práctica y
estimular el parto natural en el país más poblado de Suramérica.
Según datos oficiales, las cesáreas se realizan al 84 por ciento de las mujeres que tienen seguro privado en Brasil, un índice que se sitúa en torno al cuarenta por ciento en la red pública, mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que esa cifra no sobrepase el quince por ciento.
Solo en 2013 se realizaron en Brasil 440.000 partos mediante esta técnica, un número que ha encendido la alarma de las autoridades sanitarias brasileñas y ha empujado a Brasil a declarar una guerra a esta práctica.
"Es inaceptable la epidemia de cesáreas que tenemos en nuestro país. No hay otra alternativa sino tratarla como
un problema de salud pública", comentó el ministro de Salud, Artur Chioro.
En su lucha por fomentar los partos naturales, el Gobierno decretó que, a partir de ahora, si los médicos brasileños justifican a través de un informe la elección del parto por cesárea, los seguros privados podrán negarse a pagar la operación si consideran que no ha sido necesaria.
"Hoy una parte significativa de las
cesáreas son realizadas
sin que la mujer realice un trabajo de parto. El parto quirúrgico mal indicado genera un índice mucho mayor de prematuros y otras complicaciones", sostuvo Chioro.
El Ministerio de Salud brasileño cree que la cesárea aumenta 120 veces el riesgo de
problemas respiratorios del recién nacido y
triplica el riesgo de muerte de la madre.
Sin embargo, para la Asociación Paulista de Medicina, estas declaraciones generan "alarmismo" entre las mujeres y "demonizan" la cesárea.
"La decisión del Ministerio es arbitraria. La paciente tiene que ser respetada. Tienen que tener
autonomía (para decidir entre el parto natural o la cesárea). El ministro no puede quitarles ese derecho", dijo Newton Eduardo Busso, presidente de la sección de ginecólogos de la Asociación Paulista de Medicina.
Las medidas también permitirán que las pacientes puedan solicitar a las operadoras los antecedentes del porcentaje de cesáreas y de partos normales realizadas por los médicos y los hospitales con el fin de tener más
información a la hora de tomar una decisión.
Para Corintio Mariani Net, médico ginecólogo y profesor de la Universidad Cidade de Sao Paulo (UNICID), esta medida, en concreto, es "absurda", ya que el médico especializado en gestaciones de alto riesgo, por ejemplo, va a realizar más cesáreas que otros y por eso no va a ser peor profesional.
Sin embargo, la decisión del Ministerio de Salud no solo se enfrentó a críticas. Según el Grupo de Apoyo a la Maternidad Activa (GAMA), las medidas del Gobierno suponen un paso en la lucha para reducir el número de cesáreas en Brasil, un hecho que consideró "necesario".
"Las mujeres quieren partos naturales, pero son los médicos quienes les acaban convenciendo. Tres grandes estudios en Brasil lo constatan. Es un paso más", comentó Ana Cristina Duarte, portavoz de Gama.
Las medidas, que fueron sometidas a
consulta pública entre octubre y noviembre del pasado año, entrarán en vigor en un plazo de 180 días.
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