Del
Parchís al Monopoly. Los
juegos de mesa están experimentando un auge sin precedentes. Su venta se ha multiplicado por cien en apenas unos años.
Hay que jugar bien las cartas, ser el más rápido o el más inteligente. Los juegos de mesa viven una
nueva edad de oro. "Son divertidos y te ayudan a recordar las cosas", explica un jovencísimo aficionado a este tipo de entretenimiento.
Un sector que se beneficia de la crisis económica. "Hace unos años se vendían entre 5.000 y 10.000 ejemplares y
este año se prevé alcanzar los 500.000", asegura un experto en el sector. Un grupo de amigos divirtiéndose en torno a una mesa, una imagen muy alejada de la soledad de los videojuegos. Algunos incluso ya se han olvidado de la consola.
En este escaparate los más pequeños meditan sus
peticiones a los Reyes Magos y los más mayores disfrutan como niños. La suerte sigue teniendo aquí seis caras.
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