Partido Popular (PP)
Actualizada 04/03/2015 a las 10:36
El PP intenta evitar que el aborto no rompa la disciplina de voto
- Rajoy reconoce que se está conversando con la docena de miembros del partido contrarios a una reforma "insuficiente" de la ley del aborto
- Colpisa. Madrid
La dirección del grupo parlamentario popular tiene una difícil misión: intentar sofocar el enfado de un grupo de senadores y diputados indignados con la decisión de Mariano Rajoy de limitar su prometida reforma de la ley del aborto a un retoque que evitará que las menores de edad puedan interrumpir su embarazo sin autorización paterna. "No creo que ningún parlamentario vaya a plantear votar en contra", atajó hoy el portavoz, Rafael Hernando.
El dirigente popular admitió sin embargo que aún se están manteniendo "conversaciones" con la docena de firmantes de una misiva remitida el pasado febrero al presidente del Gobierno en la que advertían de que no respaldarían una reforma tan somera por considerar que sería tanto como avalar de forma implicita la llamada 'ley Aído'. "No significa convalidar nada -dijo-; el PP mantiene su recurso contra la ley de plazos en el Tribunal Constitucional y confío en que la gente finalmente sea responsable".
La prueba de que el asunto es espinoso, y de que puede crear un incendio interno, es que Hernando anduvo con pies de plomo. Y aunque dio mil piruetas dialécticas para no decir a las claras que no se dará a los diputados libertad de voto en este asunto, también evitó amenazar con sanciones a quien rompa la disciplina.
El dirigente popular admitió sin embargo que aún se están manteniendo "conversaciones" con la docena de firmantes de una misiva remitida el pasado febrero al presidente del Gobierno en la que advertían de que no respaldarían una reforma tan somera por considerar que sería tanto como avalar de forma implicita la llamada 'ley Aído'. "No significa convalidar nada -dijo-; el PP mantiene su recurso contra la ley de plazos en el Tribunal Constitucional y confío en que la gente finalmente sea responsable".
La prueba de que el asunto es espinoso, y de que puede crear un incendio interno, es que Hernando anduvo con pies de plomo. Y aunque dio mil piruetas dialécticas para no decir a las claras que no se dará a los diputados libertad de voto en este asunto, también evitó amenazar con sanciones a quien rompa la disciplina.
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