A pesar de las "condiciones inhumanas en las que logró sobrevivir en Monrovia", la
hermana Paciencia Melgar no piensa un segundo antes de dar respuesta a la pregunta sobre su
posible regreso a Liberia. "Yo volvería ahora mismo", aseguró con firmeza, para explicar posteriormente que la decisión depende, no obstante, de la
Congregación de la Inmaculada Concepción, a la que pertenece.
Cuatro meses después de su llegada a España para donar plasma sanguíneo, que permitió la recuperación de la auxiliar de enfermería
Teresa Romero, la hermana Paciencia aseguró que no ha podido mantener un encuentro o una conversación telefónica con ella. "No ha habido ocasión, quizás más adelante.", explicó la misionera ecuatoguineana, que recibe este sábado el
Premio Mundo Negro a la Fraternidad 2014, otorgado por la revista camboniana como reconocimiento a su labor en el cuidado y atención a los enfermos del
hospital San José de Monrovia que, como la misionera de Inmaculada Concepción aseguró, recupera poco a poco la normalidad, a pesar de sus acuciantes
problemas económicos.
El galardón también reconoce el trabajo de la misionera en la
escuela Alfonsa Cavin, donde muchas jóvenes sin posibilidad de acceso a la educación a causa de la Segunda guerra civil liberiana -1999-2003- obtuvieron una formación profesional.
A pesar de que la religiosa aún sigue dando vueltas a la tardanza de su llegada a España, que, según su opinión, pudo haber salvado a los hermanos Miguel Pajares y Manuel García Viejo, agradece al pueblo español el
cariño que le ha hecho llegar durante estos meses y valora el gesto de agradecimiento del Gobierno español, que el pasado 21 de noviembre le otorgó por Real Decreto la
ciudadanía española.
Selección DN+