El
Gobierno y el
PSOE no han conseguido sumar a los principales grupos parlamentarios al
pacto antiterrorista. "Si el PP y el PSOE necesitan hacerse una foto juntos, que se la hagan; no somos acompañantes mudos", se descolgó
Rosa Díez, molesta ante un acuerdo que se ha fraguado entre las dos partes. Ni UPyD ni la
Izquierda Plural ni
CIU ni el
PNV estamparán su firma en la proposición de ley que populares y socialistas ultiman para modificar el
Código Penal y hacer frente a la amenaza del yihadismo. Tan solo cuatro diputados, los pertenecientes a
Foro Asturias, UPN y Coalición Canaria, suscribirán junto a populares y socialistas el acuerdo.
Más allá de las diferencias de fondo, son las
formas las que han molestado a las fuerzas políticas. Ninguna se opondrá a la tramitación parlamentaria de esta reforma, y, de hecho, presentarán
enmiendas para tratar de mejorar el texto, pero no habrá pacto. "Hemos sido invitados a una mesa con los platos precocinados", denunció el líder de IU,
Cayo Lara. La Izquierda Plural no ha llegado a reunirse con el Ejecutivo en la ronda de contactos del Congreso de los Diputados. "No pudimos asistir la semana pasada y aún estamos a la espera de que respondan a nuestra petición", lamentaban este jueves fuentes del grupo parlamentario. CIU y PNV, por su parte, ya habían anunciado que no irán de la mano de PP y PSOE.
LLAMADA A RAJOY
El secretario general de los socialistas,
Pedro Sánchez, confía en hablar a lo largo de este viernes con el presidente del Gobierno para "cerrar los últimos flecos", y está previsto, según ambas partes, que el lunes se registre la
proposición de ley en el Parlamento. El Ejecutivo y los socialistas todavía intercambiaban papeles este jueves. Quedaban por resolver algunas
cuestiones técnicas.
El PSOE ha conseguido que en el documento que sellará no aparezca la expresión '
prisión permanente revisable', el principal escollo con el que se topó al recibir la propuesta inicial del PP. Los delitos de terrorismo, cuando causen muerte, se castigarán con lo que, a juicio de los socialistas, supone una "
cadena perpetua", pero en el texto no vendrá especificado. Tan solo se plasmará una remisión al "
artículo 35 del Código Penal" que sí contempla este castigo. Se trata de una treta lingüística que sirve a unos y otros para encontrarse a medio camino.
"Era necesario que las dos grandes fuerzas políticas nos pusiéramos de acuerdo", defendió el titular de Interior desde la cumbre de ministros de la UE en Riga.
Jorge Fernández Díaz subrayó, además, que no se trata de una "fórmula meramente estética". El Gobierno admite que la no inclusión de la pena específica facilita que el PSOE, si gobierna, pueda derogar en el futuro la prisión permanente revisable sin tocar el "corpus legislativo" del Código Penal. Fernández Díaz anunció, por otro lado, que el viernes el Consejo de Ministros estudiará un plan contra la radicalización violenta, destinado a
detectar focos de yihadismo.
No es la primera vez que las dos principales fuerzas políticas cierran un pacto para hacer frente a la amenaza terrorista. En el 2000, a propuesta de José Luis
Rodríguez Zapatero, el Gobierno de José María Aznar y el PSOE firmaron el 'Acuerdo por las libertades y contra el terrorismo', un texto político en el que ambos se comprometían a no emplear esta lacra en la batalla electoral. Aun así, años después, los atentados del
11-M y las negociaciones entre
ETA y el Ejecutivo de Zapatero, terminaron por distanciar a ambos partidos. En esta ocasión se trata del
único pacto de Estado que han conseguido alcanzar durante esta legislatura y llega, además, en año electoral.
Selección DN+
Si Pedro Sánchez acepta la cadena perpetua se va a cubrir de gloria. Caro le va a salir al PSOE este pacto para salvar los muebles ante nuestro enorme impulso. Y Tsipras se acerca a la Rusia de Putin.....
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