El juez
José Castro ya había advertido que su decisión de
sentar a la infanta en el banquillo acusada de ser "cooperadora necesaria" no era recurrible. Y, como era de esperar, el viernes
rechazó de plano sin siquiera estudiar
el recurso de apelación planteado por su defensa. Pero el magistrado no se limitó a cumplir el trámite. Castro, en un durísimo auto, se defendió de los ataques del letrado de la duquesa,
Miquel Roca, quien
llegó a insinuar que el magistrado estaba prevaricando al enjuiciar a su cliente. El instructor acusó al letrado de
juego sucio, de mentir ante los medios y de tergiversar el caso para intentar exculpar a la hermana del Rey sin argumentación jurídica.
"La técnica es tan antigua como el ser humano. Se lanza una
afirmación que no responde a la verdad con la esperanza de que habrá alguien que la asuma sin comprobarla",
apuntó Castro en su auto, en referencia a las "incansables" manifestaciones de Roca ante los periodistas de que había pedido que a la infanta se le aplicara la llamada
doctrina Botín, aunque, afirma el juez, jamás ha reclamado al juzgado que se pronuncie sobre esa jurisprudencia. Una doctrina según la cual
no se puede juzgar por defraudación a un imputado al que no acusa ni la Fiscalía ni la Abogacía del Estado.
En esa línea, el magistrado negó haber hecho "absolutamente ningún pronunciamiento" sobre la legitimación de
Manos Limpias, que ejerce la acusación popular, para formular acusación contra la infanta en solitario. Para Castro, el tema de que ha negado la aplicación de la doctrina Botín solo existe en
el "mundo onírico" de Roca.
El titular del Juzgado de Instrucción 3 de Palma reprochó a Roca que "falte sustancialmente a la verdad" cuando le atribuye "la mezquina intención" de sentar a la infanta en el banquillo contra viento y marea. "Decir que este proveyente se ha aprovechado de algo no suena bien", afirmó el juez, quien lamentó que la defensa de la infanta haya pasado por
insinuar que Castro buscaba algún tipo de "beneficio" o, por lo menos, "causar perjuicio" a la duquesa. "Eso -reiteró- no responde a la verdad".
Roca llegó incluso en su recurso a hacer
chanzas sobre las "fuentes periodísticas" del juez para imputar a su cliente y sobre su
falta de respaldo jurídico para llevar a la hija de don Juan Carlos a juicio. Según el instructor, sorprenden las
"cansinas" referencias a los periodistas, viniendo de un abogado que "casi cada día participa en extensas declaraciones a los medios", que da verdaderas "conferencias sobre la presunción de inocencia de su defendida" y cuyos escritos "son, total o parcialmente, publicados" antes de llegar al juzgado.
CONDENA DE BANQUILLO
También el conocido letrado catalán había afeado a Castro que no se diera cuenta de que el simple hecho de sentar en el banquillo a Cristina de Borbón, vista su condición,
era en sí ya una condena. En ese punto, el magistrado recordó a Miquel Roca que "no es cometido asignado a jueces el imponer 'la pena de banquillo', pero tampoco evitarla si con ello hacen dejación de sus funciones". Para el juez, es la hermana del Rey la que tenía que haber previsto las consecuencias judiciales de sus actos dado el "
nivel de ejemplaridad exigible" por ser miembro de la Familia Real.
Que Castro iba a responder con dureza a Roca era un secreto a voces en Palma, habida cuenta de las graves acusaciones del abogado en su recurso. El letrado llegó a cariturizar al magistrado por su
"creación libre del Derecho" y por usar "fuentes periodísticas" y
votos particulares minoritarios para redactar sus autos.
Muy crítico fue Miquel Roca con la decisión de Castro de no dejar recurrir las fianzas al incluirlas dentro de auto que no era apelable ante ninguna instancia, al punto de tildar esa resolución de "corruptela de la interpretación del ordenamiento jurídico".
El escrito incluso llegó a hacer bromas sobre el auto de apertura del juicio oral, en el que el magistrado, en lo referido a la infanta y sus delitos fiscales, incluyó las
frases de los anuncios de la Agencia Tributaria contra el fraude -"Hacienda somos todos" y "Lo que tú defraudas lo pagamos todos"-. Roca se mofó de "lo versado que está en publicidad institucional" Castro, a quien recordó que los anuncios "no tienen valor normativo".
Selección DN+
JM dijo..Puede ser que el juez quiera tener un exceso de protagonismo adecuando la ley a sus intereses.
¡Qué casualidad! todos los jueces que intentan llevar ante la justicia a mangantes poderosos padecen del mismo mal: afán de protagonismo, ¡hombre! ya puestos os lo podías currar un poquito más, algo más de imaginación se agradecería. Por otra parte la defensa de la infanta bien podía evitarnos la repugnanacia que produce la porquería que vomitan cada vez que abren la boca.
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