La información compartida de los
servicios de inteligencia de España, CNI, y de
Marruecos, DGST, llevó a la policía del país vecino a desarticular este jueves una célula que se dedicaba a reclutar combatientes para integrar las filas de los
grupos yihadistas que luchan en Siria e Irak.
La
detención de
nueve personas en Castillejos, población próxima a Ceuta y uno de los principales focos integristas, Tetuán, a 30 kilómetros más al sur de la ciudad autónoma, y la populosa Fez, en el centro de Marruecos, es la primera gran operación conjunta entre ambos países contra este tipo de
redes integristas. Una de las principales preocupaciones también del Ministerio del Interior español, que no suele tener el mismo eco cuando pasan por el filtro de la Audiencia Nacional.
Precisamente, el dispositivo llevado a cabo este jueves en Marruecos tiene poderosos vínculos con otro que llevó a cabo la Policía Nacional en junio de 2013 en Ceuta, donde fueron detenidas ocho personas por integrar un grupo que realizaba
labores de captación, adoctrinamiento, facilitación y
financiación de los viajes a Siria, y cuyo enlace marroquí estaba en Castillejos.
En este caso, la célula integrista desarticulada reclutaba a combatientes y los enviaba, según las autoridades magrebíes, a los
campos de entrenamiento del autodenominado EI Estado Islámico, el grupo yihadista que ha ganado peso en Siria e Irak por la publicidad de sus violentos actos en las redes sociales.
En los campos del
Estado Islámico aprenden a manejar explosivos y
montar coches bomba, antes de ser enviados a ejecutar
atentados suicidas o combatir en el frente. Algunos de estos reclutados participaron además "en operaciones bárbaras como la
decapitación de soldados sirios e iraquíes y su difusión en las redes sociales", según señaló el Ministerio del Interior marroquí.
ATENTADOS SIN DETALLES
Como suele ser habitual,
Rabat aseguró que el grupo tenía además intención de cometer atentados terroristas en el interior de Marruecos "con armas de fuego y explosivos". Pero no dio más datos ni dijo si esta era la intención que tenía alguno de sus integrantes cuando regresasen del
campo de batalla.
Por ejemplo, este podría ser el caso de un popular integrista de Castillejos llamado Mohamed Hamduch, alias '
Kokito',
casado con una española de Ceuta, Asia A. M., que también tiene nacionalidad marroquí tras un matrimonio legalizado por un tribunal del Estado Islámico al que pertenecen.
El periódico marroquí Al Ajbar difundió hace unos días la partida de matrimonio y publicó declaraciones de 'Kokito', recogidas de una
página de internet que no identifica, en las que amenaza con "la conquista del Marruecos islámico" junto a otros correligionarios. Además, en una foto aparece con
un cuchillo en la mano y
cinco cabezas decapitadas a su alrededor.
El integrista pertenece a la red internacional dirigida por
el español Mustafa Maya Amaya, de 51 años, llamado
Rafael antes de convertirse al Islam, que fue desarticulada en marzo pasado en Málaga, Melilla y Marruecos. En la actualidad se encuentra en prisión provisional sin fianza por orden del Juzgado Central de Instrucción 2 de la Audiencia Nacional por un delito de integración en organización terrorista.
Hace dos semanas, un responsable policial marroquí declaró en entrevista televisiva que hay
cerca de mil yihadistas marroquíes combatiendo en Siria y mostró su preocupación porque, tras detectarse un movimiento de ida, ahora hay decenas de ellos que regresan cada mes a Marruecos, desencantados con la guerra de facciones en que se ha convertido la yihad en aquel país.
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