Los trabajadores de la multinacional valenciana
Istobal, que se dedica a la
fabricación de piezas para autolavado de vehículos, están indignados. En 2011 la empresa presentó un ERE y
despidió a 53 empleados. Ahora, ha contratado a 14 internos de la Unidad de Cumplimiento de la prisión de
Picassent. Todos ellos cobran unos
300 euros al mes.
Con estos contratos la empresa ahorra en los pagos de luz, agua, teléfono o de Seguridad Social, que corre a cuenta de la Administración. Los empleados afirman que la empresa no ha tenido nunca pérdidas, que sí hay trabajo y que sus excompañeros están, muchos de ellos, en el paro tras los despidos.
Selección DN+