Merkel y Sarkozy piden a Monti que acelere las reformas en Italia
Monti prometió en su discurso rigor en los presupuestos y pensiones "más equitativas"
- EFE/ EUROPA PRESS. PARIS
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, telefonearon ayer al nuevo primer ministro italiano, Mario Monti, con quien coincidieron en la necesidad de acelerar las reformas económicas. Durante una conversación "profunda sobre la situación económica y financiera de la zona euro", los tres dirigentes expresaron la necesidad de "acelerar la puesta en marcha de las medidas adoptadas tanto a nivel de la Unión Europea como de la zona euro en la cumbre del G-20 de Cannes", señaló la Presidencia francesa en un comunicado.
La adopción de esas medidas, agregó, es necesaria "para garantizar la estabilidad financiera y el crecimiento de la zona euro".
Frenar el contagio a España
Monti, quien recibió la felicitación de Sarkozy y Merkel por su designación, desgranó algunas de las medidas para "restaurar la confianza de los mercados" y para que la economía italiana se recupere. "Confirmó que esta totalmente decidido a actuar de manera decisiva para garantizar la consolidación presupuestaria y adoptar las reformas estructurales que permitirán relanzar el crecimiento con respeto a la equidad social", señaló el Elíseo.
La entrevista se produjo después de que Monti presentara ante el Senado italiano las principales líneas de su proyecto político y antes de obtener la confianza de los legisladores.
En su discurso, el nuevo primer ministro recordó la gran responsabilidad que recae sobre su Gobierno en estos momentos de inestabilidad financiera. La prima de riesgo italiana se ha disparado en los últimos días y ha contagiado a otros países miembros, entre ellos España. Ayer jueves, los dos diferenciales alcanzaron la barrera de los 500 puntos básicos, una cifra muy simbólica, ya que fue la que desencadenó los rescates de Irlanda, Grecia y Portugal.
El futuro del euro "depende también de lo que haga Italia en las próximas semanas", recordó Monti en la Cámara alta, y resaltó la importancia de evitar el fracaso del euro, pues eso devolvería a todos los ciudadanos europeos "al nivel de los años 50". Para impedirlo, Monti instó a la unidad, no sólo entre los partidos políticos sino también entre los Estados miembros de la Unión. "No hay un "ellos" y un "nosotros", sino que Europa somos nosotros", dijo.
Aplausos al europeísmo
Su discurso europeísta recibió constantes aplausos en el Parlamento, hasta el punto de que el ex comisario tuvo que pedir a los partidos un poco de silencio. "Si tienen que hacer una elección, es mejor escuchar que aplaudir".
Y lo que escucharon los senadores fue un primer boceto de los "sacrificios" que les esperan. Monti comenzó explicando cuáles son sus prioridades: por una parte, "reformas para afrontar la emergencia y asegurar la sostenibilidad en las finanzas públicas para dar credibilidad al país"; y por otra, "delinear con iniciativas concretas un proyecto para modernizar las instituciones". Para superar estos dos retos, el primer ministro prometió, ante todo, "equidad".
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