LUCHA CONTRA LA GUERRILLA
El presidente de Colombia avisa que dará más golpes a las FARC
Tras la muerte del jefe "Alfonso Cano", los terroristas responden que no entra en sus planes la disolución
- EFE. BOGOTÁ
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, aseguró ayer que el desaparecido jefe máximo de la FARC, alias Alfonso Cano, perdió la oportunidad de hacer la paz con él. "Cano perdió la oportunidad de construir la paz", afirmó Santos en una alocución al país desde Popayán, la capital de la región en la que el jefe de las FARC perdió la vida.
El gobernante agregó que Guillermo León Sáenz, el nombre real del terrorista, dedicó su vida a la violencia y a atacar a sus compatriotas, y "murió desesperado".
"Hoy estamos derrotando el dogmatismo de un país que está cambiando, que no quiere saber más de violencia, que no quiere saber más de las FARC", continuó Santos, que compareció desde una base militar.
Santos manifestó que el golpe del viernes por la noche a Cano fue certero, que no será el único y que tampoco llevará al Gobierno y a las Fuerzas Armadas de Colombia al triunfalismo.
"Su caída (la de Cano) es sin duda alguna el golpe más importante que se haya dado en la historia de esta lucha contra ese grupo subversivo", reiteró el presidente, que habló acompañado por el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, y rodeado de los altos mandos de las fuerzas de seguridad.
Es una baja alcanzada con "una operación impecable basada en un largo y preciso trabajo de inteligencia", explicó luego.
Santos recordó que, antes de Cano, cayeron en redadas similares Raúl Reyes, alias del segundo al mando y portavoz internacional de las FARC, en marzo de 2008, y el Mono Jojoy, apodo del jefe militar de la organización, en septiembre de 2010.
Nuevo llamamiento
En la alocución, Santos reiteró su llamamiento a las FARC para que sigan el ejemplo de la banda terrorista ETA, que el pasado 20 de octubre anunció el final de los atentados.
"Las FARC y su carrera absurda de violencia, que ya alcanza casi medio siglo, han llegado a un punto de quiebre", sostuvo el gobernante colombiano, que apuntó que "la cúpula de los terroristas se va derrumbando como un castillo de naipes".
Sin embargo, un portavoz de las FARC respondió que la paz en Colombia no nacerá de ninguna desmovilización del grupo.
"Hay una política trazada, y esa es la que se continuará", advirtió la jerarquía de los terroristas, conformada por siete mandos que tenían desde mediados de 2008 a Cano como jefe máximo.