GUERRILLA COLOMBIANA
El máximo jefe de las FARC muere en un bombardeo del Ejército colombiano
El fallecimiento de Cano, líder de las FARC desde 2008, puede tener un efecto desmoralizador en el grupo terrorista
- EFE. BOGOTÁ (COLOMBIA)
Con la muerte ayer del máximo jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en los últimos tres años, Guillermo León Sáenz, alias Alfonso Cano, este grupo terrorista afronta un camino incierto que le puede exponer a una oleada de deserciones y a una caída de la moral de la tropa. Desde 2008, las FARC perdieron a su fundador y líder histórico, Manuel Marulanda Vélez, Tirofijo, por una supuesta afección cardíaca; a su portavoz internacional, Raúl Reyes, en un bombardeo a un campamento en Ecuador; al que fuera su jefe militar, Mono Jojoy, en otro operativo militar; y a Iván Ríos, asesinado por otro terrorista.
Todos ellos eran miembros del Secretariado del Estado Mayor Central de las FARC e integraban desde hacía 30 años las filas de la guerrilla más antigua de América y la mayor de Colombia.
Cano murió tras un operativo, llamado Odiseo, que contó con el despliegue de un millar de hombres de las fuerzas de seguridad del Estado. El líder terrorista falleció cuando huía de un bombardeo y tras desatarse combates en una zona rural del departamento de Cauca, en el suroeste del país.
El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, explicó que, tras el bombardeo, desembarcaron tropas e iniciaron un cerco en el área. "En el transcurso de la tarde, entraron en una situación de combate, en una situación de persecución de este individuo y de la estructura que lo acompañaba; y allí cayó Alfonso Cano", confirmó.
Pinzón dejó claro que este jefe terrorista murió en medio de un combate. Cano estaba en esa zona del Cauca desde hacía dos meses, vivía acompañado de 14 terroristas y, cuando murió, estaba afeitado, por lo que su rostro no correspondía con la imagen que se conocía de él, siempre con barba y gruesas gafas redondas.
Detenciones
En el lugar, las fuerzas de seguridad colombianas encontraron su billetera, objetos personales, documentos y su computador. En la ofensiva murieron también la compañera sentimental de Cano, Patricia, y su jefe de seguridad, El Zorro, mientras que fueron capturados cuatro miembros del grupo que lo protegía.
Según los analistas, la muerte de Cano debilitará bastante al grupo terrorista. "Las personas más duras de las FARC hasta la muerte del Mono Jojoy podían tener un reemplazo, pues estaba Cano. Pero, en esta ocasión, les va a tomar dos o tres semanas fijar un sustituto, y corren un riesgo de fractura y de una desbandada muy grande", observó el politólogo Fernando Giraldo.
Según Giraldo, la muerte de Cano puede tener un efecto desmoralizador en las filas del grupo terrorista.
"Es un golpe muy duro a la entraña de las FARC y va a minar la moral de sus integrantes", dijo el defensor del Pueblo, Vólmar Pérez, que vio claro que, con la pérdida de otros históricos, se destruyó "el mito de la invulnerabilidad del jefe de las FARC" y, por eso, sólo les queda "encontrar caminos para buscar un camino de paz con el Gobierno".
Los posibles sucesores de Cano son Timoleón Jiménez, Timochenko"; Luciano Marín Arango, Iván Márquez; y Milton de Jesús Toncel, Joaquín Gómez.