Crisis en Ucrania
Actualizada 27/02/2015 a las 16:01
Ucrania corta el gas a los separatistas y provoca la ira del presidente Putin
- Kiev denuncia que el país no recibe de Gazprom el suministro acordado porque la empresa rusa lo desvía a las regiones rebeldes del este
- COLPISA.MADRID
Después de que el martes el gigante energético ruso amenazó a Ucrania con un nuevo corte de gas si no abona por adelantado la factura correspondiente a marzo, este miércoles fue el presidente, Vladímir Putin, quien reiteró la advertencia. Putin deploró además el hecho de que Kiev decidiera recientemente suspender el suministro de carburante a las regiones rebeldes del este de Ucrania.
"Según los acuerdos de Minsk, las autoridades ucranianas están obligadas a garantizar el abastecimiento energético de Donetsk y Lugansk", afirmó el primer mandatario ruso tras entrevistarse con su homólogo chipriota, Nikos Anastasiadis. Putin añadió que cerrar el grifo a estas dos autoproclamadas repúblicas en el actual contexto de "catástrofe humanitaria" que padecen sus habitantes "huele a genocidio".
Según declaró junto a Anastasiadis, "esperamos no tener que aplicar medidas extraordinarias y que Ucrania avance ya la suma" correspondiente a los suministros del mes que viene. "Lo que ya ha abonado la parte ucraniana da para tres o cuatro días. Si no hay prepago, Gazprom cortará el fluido", subrayó el jefe del Kremlin, quien dijo temer que tal decisión "puede crear cierta amenaza para el tránsito a Europa" del gas ruso.
El problema consiste en que la compañía ucraniana Naftogaz recalca que en su última transferencia pagó por 114 millones de metros cúbicos de gas y recibió solo 47 millones. El resto lo ha desviado Gazprom unilateralmente a Donetsk y Lugansk, territorio que Moscú dice seguir considerando ucraniano y que, según lo firmado en Minsk el pasado día 12, Kiev debe abastecer.
Pero el Gobierno ucraniano se niega a reanudar los suministros a las zonas rebeldes porque dice no tener ningún control ni sobre los volúmenes ni sobre el uso que los insurgentes hacen del gas. El pasado día 19, cuando Rusia empezó a bombear carburante a Donetsk y Lugansk, ya advirtió que descontaría su importe del prepago correspondiente al mes de febrero.
REUNIÓN BILATERAL
Este tira y afloja, precisamente ahora que los enfrentamientos armados en el este de Ucrania empiezan a disminuir por el alto el fuego, preocupa en Bruselas, desde donde han pedido a Moscú que cumpla el contrato firmado el año pasado con Kiev y deje aparte el asunto de los suministros de gas a Donetsk y Lugansk. La Comisión Europea busca organizar en breve una reunión trilateral (UE-Rusia-Ucrania) para impedir que estas tensiones degeneren en una nueva guerra del gas como las de 2006 y 2009, que dejaron sin hidrocarburo a la mayor parte de los países de la UE.
Gazprom cortó el fluido a Ucrania en junio del año pasado debido a la acumulación de la deuda y adoptó el actual sistema de prepago. Tras meses de duras negociaciones con la mediación de Bruselas, a finales de octubre de 2014 se acordó reanudar el abastecimiento con un descuento a cambio de liquidar paulatinamente la deuda. El acuerdo vence el próximo 31 de marzo.
"Según los acuerdos de Minsk, las autoridades ucranianas están obligadas a garantizar el abastecimiento energético de Donetsk y Lugansk", afirmó el primer mandatario ruso tras entrevistarse con su homólogo chipriota, Nikos Anastasiadis. Putin añadió que cerrar el grifo a estas dos autoproclamadas repúblicas en el actual contexto de "catástrofe humanitaria" que padecen sus habitantes "huele a genocidio".
Según declaró junto a Anastasiadis, "esperamos no tener que aplicar medidas extraordinarias y que Ucrania avance ya la suma" correspondiente a los suministros del mes que viene. "Lo que ya ha abonado la parte ucraniana da para tres o cuatro días. Si no hay prepago, Gazprom cortará el fluido", subrayó el jefe del Kremlin, quien dijo temer que tal decisión "puede crear cierta amenaza para el tránsito a Europa" del gas ruso.
El problema consiste en que la compañía ucraniana Naftogaz recalca que en su última transferencia pagó por 114 millones de metros cúbicos de gas y recibió solo 47 millones. El resto lo ha desviado Gazprom unilateralmente a Donetsk y Lugansk, territorio que Moscú dice seguir considerando ucraniano y que, según lo firmado en Minsk el pasado día 12, Kiev debe abastecer.
Pero el Gobierno ucraniano se niega a reanudar los suministros a las zonas rebeldes porque dice no tener ningún control ni sobre los volúmenes ni sobre el uso que los insurgentes hacen del gas. El pasado día 19, cuando Rusia empezó a bombear carburante a Donetsk y Lugansk, ya advirtió que descontaría su importe del prepago correspondiente al mes de febrero.
REUNIÓN BILATERAL
Este tira y afloja, precisamente ahora que los enfrentamientos armados en el este de Ucrania empiezan a disminuir por el alto el fuego, preocupa en Bruselas, desde donde han pedido a Moscú que cumpla el contrato firmado el año pasado con Kiev y deje aparte el asunto de los suministros de gas a Donetsk y Lugansk. La Comisión Europea busca organizar en breve una reunión trilateral (UE-Rusia-Ucrania) para impedir que estas tensiones degeneren en una nueva guerra del gas como las de 2006 y 2009, que dejaron sin hidrocarburo a la mayor parte de los países de la UE.
Gazprom cortó el fluido a Ucrania en junio del año pasado debido a la acumulación de la deuda y adoptó el actual sistema de prepago. Tras meses de duras negociaciones con la mediación de Bruselas, a finales de octubre de 2014 se acordó reanudar el abastecimiento con un descuento a cambio de liquidar paulatinamente la deuda. El acuerdo vence el próximo 31 de marzo.
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