El secuestrador iraní que protagonizó la toma de rehenes en un café de Sídney era un extremista y
padecía problemas mentales, afirmó este martes el primer ministro australiano,
Tony Abbott, que definió el acto como "un encontronazo con el terrorismo".
Según él ministro, el individuo, muerto durante el ataque de las fuerzas especiales de la policía, "tenía un
largo historial de delitos violentos, extremismo e inestabilidad mental".
Abbott añadió que a medida que avanzaba el asalto "trató de inscribir sus actos en el simbolismo del culto de la
muerte del Estado Islámico", el grupo yihadista que siembra el terror en parte de Siria e Irak, y contra el que Estados Unidos lidera una coalición internacional de la que forma parte Australia.
El primer ministro dijo que el asaltante, de 50 años e identificado en la prensa como
Man Haron Monis, era conocido de las autoridades australianas.
"Sabemos que envió cartas ofensivas a las familias de soldados australianos muertos en
Afganistán, y fue hallado culpable de delitos relacionados con esto", aseveró Abbott.
"También sabemos que publicó en internet
material gráfico extremista. Por desgracia, hay gente en nuestro país dispuesta a a llevar a cabo actos violentos con motivaciones políticas", agregó.
El primer ministro felicitó a las fuerzas de la
policía por su actuación en este "encontronazo con el terrorismo".
Aunque reconoció que "hay lecciones que deberán sacarse. Examinaremos a fondo este incidente para decidir qué lecciones hay que sacar".
"Llevará tiempo aclarar exactamente lo que sucedió en Martin Place y por qué", apostilló.
El
Lindt Chocolat Cafe, donde se produjo la toma de 17 rehenes, dos de los cuales murieron, se encuentra en Martin Place, una céntrica vía peatonal de Sídney situada cerca de numerosos edificios oficiales.
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