El pleno de la
Eurocámara debatirá este lunes a partir de las 18:00 horas la moción de censura presentada por los euroescépticos y la ultraderecha contra la Comisión presidida por
Jean-Claude Juncker por el escándalo
'Lux Leaks'. La moción de censura, que se votará el jueves, no saldrá adelante porque populares, socialistas, liberales, verdes e incluso
Izquierda Unitaria -que promovía una censura alternativa- ya han anunciado que se opondrán.
Durante el debate estará presente el propio Juncker y todo su colegio de comisarios como "signo de respeto" al Parlamento, según ha dicho su portavoz, Margaritis Schinas.
Las filtraciones de
'Lux Leaks' han desvelado que Luxemburgo firmó 340 acuerdos secretos con multinancionales -entre ellas
Pepsi,
Ikea o
Burberry- para minimizar el pago de impuestos a expensas del resto de Estados miembros mientras
Juncker era primer ministro. La Comisión investiga ya los pactos con
Fiat y
Amazon y la responsable de Competencia,
Margrethe Vestager, ha dicho que usará los documentos de
'Lux Leaks' y que podría ampliar el número de casos.
La moción de censura ha sido presentada por el grupo euroescéptico
Europa de la Libertad y de la
Democracia Directa, donde están el
UKIP británico de
Nigel Farage y el
Movimiento Cinco Estrellas de
Beppe Grillo. Pero también cuenta con el apoyo de parlamentarios de extrema derecha como la líder del Frente Nacional francés, Marine Le Pen. En total, 76 firmas que alcanzan el umbral del 10% de eurodiputados que exige el reglamento.
JUNCKER "DIRECTAMENTE RESPONSABLE"
En el texto se considera a
Juncker "directamente responsable" de los acuerdos firmados por
Luxemburgo con multinacionales y se le acusa de provocar pérdidas de "miles de millones de euros" en ingresos tributarios al resto de Estados miembros.
Pese a las críticas y la petición de explicaciones que el caso
'Lux Leaks' provocó inicialmente en la
Eurocámara -salvo por parte del PP europeo-, la moción de censura de
Farage,
Grillo y
Le Pen ha llevado al resto de grupos políticos a cerrar filas y oponerse alegando que de lo contrario le estarían haciendo el juego a euroescépticos y ultraderecha. El caso más extremo es el de
Izquierda Unitaria, que estaba recogiendo firmas para presentar su propia moción de censura contra
Juncker pero ahora no apoyará esta.
Como respuesta a este escándalo,
Juncker ha anunciado que dejará las manos libres a
Vestager para investigar a
Luxemburgo, que reactivará la propuesta para crear una base común del impuesto de sociedades y que propondrá el intercambio automático de información entre los Estados miembros sobre este tipo de decisiones tributarias anticipadas para multinacionales. Estas ideas no gustan al grupo
Conservadores y
Reformistas Europeos, liderado por los 'tories' británicos, que se oponen a cualquier armonización fiscal en la
UE y que todavía no han decidido qué votarán.
Para triunfar, la moción de censura tendría que obtener una doble mayoría: dos tercios de los votos emitidos y la mayoría de todos los diputados al
Parlamento Europeo, es decir, 376.
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