Dos premisas: tiempo y mucha más concreción. Hasta entonces, hasta que no se conozca la letra pequeña,
España no echará el resto en el 'plan Juncker', el instrumento llamado a
resucitar la frágil inversión privada en la UE con una
inyección de 315.000 millones usando sólo 21.000 de dinero público haciéndolo además con garantías, sin dinero fresco. Llámese escepticismo, dudas o precaución. Lo cierto es que el
Gobierno de Rajoy ha sido el
único de los Veintiocho que
se ha negado a publicar el listado presentado ante la Comisión con los proyectos potencialmente financiables dentro del futuro Fondo Europeo de Inversiones Estratégicas. Sólo se habla de áreas y del montante global de los proyectos: 52.971 millones. ¿Por qué? "Por prudencia, para no generar unas expectativas que en un porcentaje muy elevado no se van a ver cumplidas", recalcó este martes en Bruselas el ministro de Economía, Luis de Guindos.
En lo político,
2015 no es un año más para España. El país será llamado a unas
elecciones municipales, autonómicas y generales decisivas marcadas por la crisis económica o la corrupción, y donde el bipartidismo tradicional comparecerá más cuestionado que nunca. La posición del Gobierno no es sencilla. Decir que apuesta por tal o cuál proyecto y luego tener que explicar que finalmente no se va a hacer, es un riesgo que Moncloa no está dispuesto a asumir pese a que Guindos, siguiendo el libreto de todo político, negara que una cosa está relacionado con la otra. "Insisto, es prudencia. Esta lista inicial no condiciona absolutamente nada. Va a haber muchísimos proyectos que no se van a financiar y van a entrar muchos nuevos", advirtió.
El equipo técnico de trabajo formado por la Comisión y el Banco Europeo de Inversiones (BEI) ha identificado 2.000 proyectos por un montante global de 1,3 billones, cuando es el propio Ejecutivo de Bruselas el que habla de una inversión aproximada de 315.000 entre 2015 y 2017. "Muchos países han optado por un aluvión de proyectos que en muchos casos no cumplen las condiciones del plan", recalcó Guindos, dejando entrever muchas dudas sobre el proceso administrativo iniciado.
"Nuestra propuesta va mucho más allá que una mera suma de 'planes E'", ironizó en su enésima crítica al proyecto inversor impulsado por el Gabinete Zapatero en el que el Gobierno financiaba todos los proyectos, fuesen los que fuesen, presentados por las entidades locales. "Nosotros -incidió- no hemos cogido nuestra lista de inversiones de los Presupuestos Generales del Estado o de las comunidades autónomas. En absoluto. Hemos apostado por proyectos rentables, que creen empleo y contribuyan a la riqueza del país".
"PREDIPUESTOS" A INVERTIR
La
aportación de España en los más de 600 folios del anexo en el que los países detallan sus proyectos
se limita a media página que recoge un
cuadro macroeconómico. La mitad de los proyectos remitidos corresponden al ámbito de la energía (25.000 millones), seguido por el I+D y la economía digital (11.181), transportes (6.115), medio ambiente (5.351), infraestructuras sociales (5.163) y agricultura (27). ¿Cuántos? ¿Cuáles? No se sabe. "No es secretismo", reiteró Guindos ante la insistencia de los medios. Sin embargo, en la cara inversa del 'folio español' se aclara de forma singular que el listado aportado por Madrid "no se hará público sin su consentimiento". Fuentes comunitarias eludieron valorar esta postura, aunque sí mostraron cierta sorpresa.
Porque en otro anexo de los documentos públicos, la Comisión sí especifica 'motu proprio' una serie de proyectos españoles encuadrados en los ámbitos mencionados y que forman parte desde hace tiempo de alguno de las decenas de planes estratégicos de interés general de la UE. Además de las conexiones eléctricas entre España y Francia -uno de los grandes objetivos del Gabinete Rajoy-, destacan por su cuantía la conexión ferroviaria con el Puerto de Bilbao (703 millones), con el de Barcelona (308), o actuaciones en las líneas de alta velocidad de Madrid-Sevilla o Burgos-Valladolid. Sin embargo, Guindos eludió referirse a "proyectos concretos".
El ministro intentó en todo momento rebajar el optimismo, aunque sí admitió la "importancia" del 'plan Juncker'. "En estos momentos, el Gobierno español estaría predispuesto sin duda a participar, aunque lógicamente nos tienen que detallar más los elementos tanto desde el punto de vista financiero como de los proyectos de inversión", matizó.
Sobre el papel existen
dos fórmulas. Una, que las capitales pongan dinero en el fondo sin tener la seguridad de que ese dinero revierta en su propio país; y la otra, cofinanciando proyectos. En el primer caso el dinero no computaría en el déficit, mientras que en el segundo sí. El ministro se mostró abierto a ambas, aunque sí matizó que habrá que esperar a la redacción final de la letra pequeña y a saber, por ejemplo, cómo será la gobernanza del fondo (quién tomará las decisiones). No obstante, sí recalcó que "no habrá cuotas por países", sino que se financiarán los mejores, como ahora hace el Banco Europeo de Inversiones, actor clave del futuro plan Juncker.
Selección DN+
- Se trata del único país de los 28 de la UE que lo hace, según Guindos, por "prudencia y para evitar falsas expectativas" ya que "muchos finalmente no se van a ejecutar". - ....... El tema es que se lo llevan casi todo Cataluña, la CAV, Andalucía y Madrid.... Así es el PP a la búsqueda del voto.
Responder