La ciudad belga de
Mons, Capital Europea de la Cultura 2015, rememora desde este viernes los orígenes del holandés Vincent Van Gogh con la
exposición 'Van Gogh en Borinage: el nacimiento de un artista', un reflejo del cambio que le llevó a renunciar a su carrera como evangelista para entregarse al arte.
El museo de Bellas Artes de Mons (BAM) muestra las
primeras pinceladas de Van Gogh (1853-1890) en una colección de
cuadros, cartas y bocetos inéditos que este viernes inauguraron los reyes de Bélgica Felipe y Matilde.
'El nacimiento de un artista' desvela una
etapa clave pero poco conocida en la vida del pintor, que se sitúa en la región belga donde comenzó a entrenarse frente al lienzo.
La región de Borinage (Mons) "marcó de manera excepcional" al artista entre 1878 y 1880, pues allí conoció otra realidad bien diferente a la de su "familia más bien burguesa", explicó el comisario de la Fundación Mons 2015, Yves Vasseur.
"Estuvo confrontado con una
miseria social propia de la Edad Media, donde los niños trabajaban en la mina, las mujeres eran agredidas, no existían los váteres, no había agua ni higiene...", explicó.
Semejante panorama le impactó tanto que aparcó sus labores de predicador evangelista, se sumergió en una profunda reflexión durante meses y finalmente decidió pedir dinero a su hermano para convertirse en
pintor autodidacta, relató Vasseur.
Esta muestra recoge los frutos de "su entrenamiento, pues uno no empieza creando obras de arte", dijo por su parte el comisario de la exposición, Sjaar Van Heugten, en la presentación.
Aunque el pintor
destruyó muchos de sus primeros dibujos en su madurez, Van Heugten ha conseguido recopilar algunos de ellos nunca antes expuestos ante el público.
Durante su estancia en esa región belga, el maestro holandés hizo numerosas
copias de obras del pintor francés Jean-François Millet (1814-1875), de las que únicamente ha subsistido una, 'Le moissonneur à la faucille', que se encontró en un museo privado japonés, el Uehara de Arte Moderno, y que ahora, por primera vez, se expone en Europa.
"Algunos de sus diseños nos conducen a
pinturas excepcionales que creó unas pocas semanas antes de su muerte", señaló Vasseur.
La pobreza de los demás influyó de tal manera en Van Gogh que nunca pintó a personalidades, "sino
obreros, campesinos o camareros", gente corriente que representa la humanidad que el pintor quería expresar con sus cuadros, explicó el experto.
El comisario está convencido de que el
prestigio internacional del pintor será un gancho para visitar Mons: "Holandeses, franceses y españoles vendrán a ver a Van Gogh y después descubrirán nuestra ciudad, la generosidad de su gente, los restaurantes y otras exposiciones".
A su juicio, Mons es "una
ciudad con encanto". Su origen medieval, sus barrios antiguos, sus edificios barrocos o su bella catedral ya son razones más que suficientes para convencer a los amantes del patrimonio cultural, opinó.
"Los habitantes son muy generosos y están encantados de recibir a turistas" en una ciudad con un ambiente excepcional y universitario, agregó.
Para el alcalde de Mons y ex primer ministro de Bélgica, Elio Di Rupo, "con este título de Capital Europea de la Cultura" la ciudad escribe "una nueva página más bella" que estimulará la creatividad, incentivará la economía y atraerá la inversión.
La capitalidad cultural europea de esta ciudad belga, junto a la exposición sobre Van Gogh y otras más de
trescientas actividades culturales previstas en 2015, hacen que se estime en unos dos millones los visitantes que este año irán a Mons.
Una de ellas es 'Mons Superstar', un recorrido por "perfiles innovadores de hombres y mujeres originarios de Mons que han sobresalido" por sus ideas o invenciones, explicó la coordinadora de la muestra, Charlotte Benedetti.
"Queríamos presentar Mons de una manera original a través de una experiencia innovadora y multimedia", añadió.
La ciudad belga, además, dará la bienvenida a
cinco nuevos museos, dos salas de conciertos y diversas actividades de arte callejero o digital.
Selección DN+