Un colectivo de más de dos millones de usuarios es un objetivo muy goloso para cualquier empresa. Y si ese grupo solo puede acceder a lo que tú le ofreces, el negocio es muy atractivo. Aunque en este caso tiene sus particularidades. Este público está formado por
presos de todo tipo, desde pandilleros salvajes que han pululado por las calles de las ciudades de Estados Unidos, pasando por delincuentes de poca monta a ladrones de guante blanco. Y todos quieren algunos mimos de sus seres queridos, sus gominolas favoritas, productos de higiene personal y fotografías, dentro de las estrictas normas marcadas. Incluso
música. Pero esta última oferta le puede salir muy caro a las empresas que tienen este lucrativo negocio.
Universal, la empresa más grande en el sector musical, ha presentado una
denuncia contra dos de estas empresas por violar los
derechos de autor de sus autores.
La petición no es baladí. La multinacional
reclama 150.000 dólares (unos 130.000 euros) por cada canción, aunque no especifica la cantidad de canciones por la complejidad de la identificación. Solo han podido determinar algunas, que son las que pusieron sobre la pista a la compañía, y que pertenecen a
Eminem, James Brown, Marvin Gaye, Stevie Wonder, Jackson Five o LL Cool J. En la demanda contra dos de estas empresas que realizan los llamados 'paquetes de caridad' (Centric Group y Keefe Group), Universal explica que el concepto del negocio es una contradicción. El texto legal, detallado por Hollywood Reporter, hace hincapié en que uno de los prefectos de estos envíos es acabar con el
contrabando dentro de las cárceles estadounidenses. "Pero las copias infractoras, que los acusados tramitan de forma ilegal, son en sí mismas una especie de contrabando", explicaron los demandantes.
Además, los abogados de la compañía inciden en que
no es lo mismo una copia que cualquier persona puede hacer para regalar a un amigo o escuchar en el coche con las que realizan estas dos compañías, llamados 'mixtapes' y que fueron
descubiertos en los primeros días de 2015. "Son colecciones que infringen y piratean grabaciones con derechos de autor que están legalmente protegidas", aclararon en la demanda, en la que también acusan a estas empresas especializadas de vender por debajo de mercado estas canciones. En cambio, las cintas más caseras o las que preparan los djs reflejan un "estado de ánimo".
No es la primera vez que Universal inicia una iniciativa en defensa de los derechos de autor y contra grandes compañías. Por ejemplo,
hace unos años demandó a Ford por incluir varias canciones en su plataforma de los nuevos coches; o a
American Airlines, por usar canciones de sus artistas en lo vuelos sin abonar los correspondientes tasas. Pequeñas acciones que intentan acabar con la piratería cultura, que provocó un
lucro cesante a la industria española de contenidos de 1.326 millones en 2013, un 8,6 por ciento más que en 2012, según el observatorio de la Coalición de Creadores e industrias de Contenidos.
El 84 por ciento de todos los contenidos adquiridos en España es pirata. "No creo que acabemos con la piratería, pero podemos hacer que sea socialmente inaceptable", explicó Francis Keeling, vicepresidente del área digital de la multinacional.
Selección DN+