Arturo Pérez-Reverte es el feliz, esforzado y comprometido
adaptador de 'El Quijote' para la edición popular y escolar de la universal novela que la Real Academia Española pone, en su tercer centenario, a disposición de estudiantes, profesores y lectores. El académico y escritor presentó y defendió "su" cualificada "poda" y la "invisible sutura" que hace
más digerible a los jóvenes la obra de Cervantes junto al secretario de la docta institución, Darío Villanueva, pero volvió a sacar su arcabuz de francotirador de Siglo de Oro para disparar contra todo lo que se mueve.
"El Gobierno tiene abandonada a la RAE y es un gravísimo error", denunció. Para él
es "un crimen" que 'El Quijote' desaparezca de los planes de estudios y aboga sin tapujos por el cambio de rumbo de la RAE, que afronta un cambio de director.
Cargó Pérez-Reverte las tintas contra la Administración y responsabilizó directamente de las carencias, los recortes y el olvido de la RAE a Mariano Rajoy, "que ni siquiera ha visitado esta casa". "El Gobierno nos tiene abandonados. Con
ingresos recortados, en tiempos duros y difíciles, ni se implica ni nos respalda. Ojalá este 'Quijote' se venda bien para aportar oxígeno y recursos a la casa", deseó Pérez-Reverte, que no cobrará un solo céntimo por unos derechos de autor que solo revertirán en la RAE, que tenía pendiente esta edición popular desde hace más de un siglo.
"El Estado no se implica y está abandonando a la RAE de manera peligrosa. El presidente no ha venido por aquí en cuatro años y su dejadez y alejamiento no son buenos", agregó Pérez-Reverte precisando que en la RAE "no se llora" y que él se limitaba a expresar lo que hay. "Me siento abandonado por el Estado como académico, y el abandono de esta casa es un error gravísimo", reiteraba.
La asignación estatal a la RAE ha caído un sesenta por ciento en los últimos cinco años, colocándola en una difícil situación económica. Lamentó así el titular del sillón T desde 2003 que "El Estado incumpla sus obligaciones con la RAE, que hace encaje de bolillos y no puede prostituirse haciendo operaciones comerciales baratas".
Tampoco tuvo reparos al abogar por el
cambio de rumbo en el timón de la docta y tricentenaria institución que dirige hoy José Manuel Blecua, y que este jueves, o el próximo a más tardar, podría contar con nuevo director. "Sí. Creo necesario un cambio en la RAE", dijo muy seguro Pérez-Reverte, sentado junto a
Darío Villanueva, que se perfila como el sucesor de Blecua y que, a la gallega, vino a decir que aceptaría la responsabilidad en caso de ser elegido. "Me siento con fuerzas para hacer lo que la Academia me pida", dijo el secretario recordando que "no hay candidaturas, ni campañas electorales y todos somos candidatos, de modo los compañeros eligen a quien consideran la persona más idónea en cada momento".
COSTURAS INVISIBLES
Durante doce meses ha trabajado Pérez-Reverte en "los cortes imprescindibles" para la adaptación de este 'Quijote' que edita Santillana "sin meandros, sin notas ni apostillas". Con una
tirada inicial de 30.000 ejemplares, un tercio se queda aquí y el resto cruzará el Atlántico. Cuesta
10.95 euros en papel y 6,95 en formato digital. "Ha sido un año intenso y de poda muy cuidadosa, para cortar lo imprescindible y siempre con la intención de la que el hilo de las suturas entre los cortes, realizada con palabras de Cervantes, no se viera, de que no se notaran la costuras", resumió el académico. "El problema del amputador es qué te cargas y qué no", reconoció.
Destinada
a profesores y estudiantes de entre catorce y dieciocho años, de los últimos cursos de secundaria y los primeros del bachillerato, la RAE y Pérez-Reverte quieren abrir las puertas hacia
la universal novela cervantina a unos alumnos "que se asustan, despistan y confunden con 'El Quijote'". Es también una
incitación a la lectura de 'El Quijote' completo, del que la RAE prepara ya una magna edición crítica, anotada y comentada por el académico y
Francisco Rico, toda una autoridad, que estará en las librerías el año que viene. Una edición que, como la popular, estaba pendiente desde 1905.
"'El Quijote' no debe ser desterrado de las aulas; con él, un maestro inteligente puede hacer más por un estudiante que muchos planes de estudio", planteó Pérez-Reverte, quien lamentó que solo en seis de los veintidós países de habla hispana sea una lectura obligatoria en los colegios. "Sacarlo de los planes de estudios, algo que no parece alejado del horizonte educativo español, sería un crimen", denunció. Su lectura "es
útil para hablar de ética, de moral, de lealtad, de coraje, de valentía, de dignidad o de aventura". "Es un vademécum eficaz para crear buenos lectores y buenos ciudadanos, morales decentes y con capacidad crítica", apostilló.
Aun reconociendo que es una obra "compleja, farragosa, dura, difícil e inabarcable a los quince años", celebró que sea al tiempo "una herramienta de trabajo impagable para un profesor avisado, con
un millar de facetas para constituir un discurso educativo". "Es nocivo imponerlo a la fuerza a un crío de doce años", de modo que "se hace necesario un profesor que le muestre las pepitas de oro que encierra, un Virgilio que sepa conducir a alumno por el bosque, que yo tuve los ocho años y que me estimuló a leer 'El Quijote' completo tras la edición escolar de Luis Vives", se felicitó.
AUTORIDAD
"La Academia no es un grupo de amiguetes que se reúnen a tomar café. Es una docta institución con autoridad. Uno por uno somos personas, pero todos juntos debemos ejercer esa autoridad sin complejos. Somos la RAE y con esa autoridad reivindicamos 'El Quijote' como lectura educativa y consideramos que debe estar en el sistema educativo", arguyó Pérez-Reverte.
"Si de veras hay una patria, es la lengua que en nuestro caso
une a quinientos millones personas. Su verdadera bandera es 'El Quijote', factor de unidad, eje simbólico y patrimonio cultural", planteó. Es aquí donde la RAE se muestra "como un complejo sistema que mantiene el
vínculo diplomático con América". "Hasta cuando los gobiernos españoles le han vuelto la espalda a América, la RAE ha sido un vínculo de unión y de fraternidad y de lealtad entre unos y otros", reivindicó. "No es fácil ser útil a esos quinientos millones de hispanohablantes con obras como el Diccionario, la Gramática y la Ortografía. Es fruto de un trabajo complejo y laborioso que requiere una diplomacia extraordinaria y una finura extrema", aseguró.
También acusó Pérez-Reverte a Bruselas de unificar la tradición cultural "y mandar al diablo 3.000 años de una historia común en la que 'El Quijote' es fundamental". "Se está desnatando, descafeinando y desnaturalizando esa cultura con el favor de una
educación homogénea y homogeneizadora de los jóvenes que no debemos aceptar", concluyó el autor de novelas como 'La carta esférica' o 'La reina del Sur'.
Selección DN+
Ciriquiador dijo..Don Arturo podría darnos una clase sobre el Quijote. Escribir un libro sobre sus bondades, valores y méritos. No llego a entender porqué tiene que ser de obligada lectura en las aulas y la Constitución no. Quizá sea muy pragmático, pero sigo viendo un chiflado, que arrastró a un ingenuo y medrador tras de sí, en unas aventuras que hoy requieren explicaciónes al margen.
Yo he leido la Constitución española de 1978 y la he comparado con lo que pasa en España desde 1996 y por eso estoy así....
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