Como un "idiota". Así es como se sintió
Benedict Cumberbatch metido en el traje de captura de movimiento durante el rodaje de
El Hobbit, la trilogía que ahora toca a su fin con el estreno de La Batalla de los Cinco Ejércitos y en la que da vida al
terrible dragón Smaug.
"Te enfundas en ese traje con todo ese equipo... y te sientes como un completo idiota", confesó el actor en la presentación de la película en Londres. "Estaba deambulando por ahí con ese
pijama brillante", afirma el intérprete británico en declaraciones recogidas por
Radio Times.
Lo cierto es que esta es la primera película en la que Cumberbatch hace uso de tamaña tecnología. Aún así, puede sentirse satisfecho de haberse metido en la liga de
Andy Serkis, quien ya ha encarnado a Gollum, al gigantesco gorila King Kong o a César, el chimpancé protagonista de 'El Planeta de los Simios', y a Manu Bennett, que encarnó al villano orco Azog.
Cumberbatch se siente emocionado de haber "interpretado a este extraordinario personaje y haberse imaginado todo", a pesar de haber tenido que hacerlo en leotardos.
Además,
el protagonista de Sherlock defiende que este papel le ha brindado con uno de los "encuentros más raros que ha tenido nunca con un fan". "Es genial, le acabo de firmar la lengua con cabeza de dragón de alguien. Eso es lo increíble de estas noches. Es una celebración para los fans", señaló.
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