Lo primero, desear a Robin Williams, que descanse en paz, y decir que es muy triste cómo personas con esta enfermedad de la depresión, resulta muchas de la veces, incurable; esta enfermedad psicológica, afecta tanto a personas que parece no tienen nada en la vida, como también a las personas que supuestamente lo tienen todo en esta vida, porque es más de lo que nosotros podemos conseguir, tanto en el plan económico, en proyección ante la sociedad, en cuanto al éxito del reconocimiento social, y otras cuestiones que nos creemos que con todo ello, lo poseemos todo en la vida; parece ser que Robin, a pesar de todo lo que pensemos, algo le faltaba en esta vida, y que le atormentaba hasta el punto de provocarse un suicidio. La sociedad, desde mi punto de vista, pierde un gran artista que nos hacía reír, y paradojas de la vida, nos distraía de los momentos difíciles, pero parece ser que esto no sirvió para que Robin distrajera su idea del suicidio para otro lado.
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Qué pena!! DEP
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