Desolador. Así calificaron ayer los
lectores de Diario de Navarra el panorama deportivo que durante hora y media pintó la escritora
Maribel Medina (Pamplona, 1969) en la presentación en el
Club de Lectura de su
libro 'Sangre de barro'. Y si hubiera que sacar una conclusión de esta charla basada en su primera novela, escrita por puro azar y teniendo en cuenta que su autora es la esposa del exatleta de élite
Andrés Martínez Mondrego, esta conclusión sería sin lugar a dudas, para la gran parte de los asistentes, que la práctica del dopaje ha existido siempre, en todos los países y que, por desgracia, así seguirá siendo.
Medina, que en la actualidad es presidenta de la ONG Internacional
Women's Time, corroboró esta idea con un dato: una encuesta internacional que década tras década viene realizándose entre jóvenes deportistas. "El
50% de ellos asegura siempre que
elegiría doparse con el objetivo claro de conseguir el podio, aunque la consecuencia de ello fuera la de su
muerte segura en un plazo de 5 años".
Y el título de la novela, Sangre de barro, es en este sentido bastante revelador. Es el nombre que utilizan los deportistas para llamar a la sangre espesa que tiene alguien cuando se dopa con "
EPO, sustancia que ha sido indetectable durante muchos años en los controles, pero cuyo uso aumenta el riesgo de provocar
coágulos en una arteria del corazón y provocar la
muerte súbita".
Esta licenciada en Geografía e Historia, profesora de matemáticas y lectora para una editorial contó al público cómo surgió el proyecto de escribir su libro hace ya cuatro años. "Me encontraba trabajando en
India y una noche intrascendental, cuando vinieron a visitarnos unos amigos, Andrés empezó a contar su
historia de deportista de élite", confesó. "La historia me produjo tal indignación y tal mala leche, que me dije: esto se merece una novela".
El dopaje, una opción
Según Medina, la historia de Andrés Martínez Mondrego, al igual que la de muchos otros deportistas, se
truncó cuando fue consciente de que, a pesar de tener un don, la única manera de llegar a lo más alto era
doparse. "Es muy injusto, pero es así", subrayó. "Llega un momento en que estos chavales, formados en los centros de alto
rendimiento durante años, que han tenido que
renunciar a muchísimas cosas en su juventud y han llevado una vida de monje en muchos sentidos, tienen que optar entre doparse o interrumpir su carrera profesional", aclaró.
Medina, que reconoció no ser "ninguna heroína", pero sí una mujer "
tenaz y cabezota", sintió en ese momento que debía
luchar. "No puedes permanecer ignorante ante un hecho que te ha sido
revelado y mi manera de hacer algo para sentirme bien fue la de escribir un libro", aseguró.
El formato elegido para contar su historia fue el de la novela. "No quería escribir ningún ensayo -aclaró-.
Ensayos sobre el tema del dopaje se han escrito bastantes . Quería un
libro que estuviera al alcalce de todo tipo de personas, ancianos, mujeres... y que a todo el mundo le apeteciera leer. Además soy una escritora muy
anárquica, incluso vaga -reconoció- y el formato de novela me permitió escribir primero el final, después el principio y, por último, los capítulos del medio", admitió riendo.
La historia de
Sangre de barro, que tras las buenas críticas recibidas será llevada a la gran pantalla o la televisión próximamente, arranca con el personaje de una doctora forense que recibe en el instituto de patología de
Chablais el quinto cadáver de una joven atleta fallecida en el centro de alto rendimiento de
Les Diablerets, un lugar imaginario situado en los cantones suizos de Vaud y Valais.
"Lo bueno de escribir yo el libro es que he hecho
lo que me ha dado la gana", dijo la autora que a lo largo de su trayectoria profesional reconoció haber escrito cuentos por encargo "
para ganarse unas pelillas". Medina admitió que fue una sorpresa la calidad del resultado final, del que aseguró sentirse "muy orgullosa", y la rapidez con que fue aceptado por las principales editoriales para su publicación. De hecho, recordó que actualmente es la única escritora española editada por
Maeva, ya que así puede considerarse -citando al autor estadounidense de novelas de terror,
Stephen King- que una vez dijo: "
En el momento en que te pagan por escribir, ya puedes considerarte escritor".
Medina aprovechó el encuentro con los lectores, que fue conducido por el coordinador del
Club de Lectura de Diario de Navarra y director de Comunicación del Grupo La Información, José Ignacio Roldán, para arrojar un poco de luz sobre la práctica habitual del dopaje en el mundo el deporte de élite e, incluso del aficionado.
"Se trata de un
hábito mucho más extendido de lo que parece, y que va más allá de la minoría de casos de deportistas famosos que saltan a los medios. Está muy extendido en los gimnasios y se calcula que lo practican unos
35 millones de personas en todo el mundo. Catalogado como un negocio prácticamente legal, ya que el denominado '
tráfico de medicamentos' está penado únicamente con sanciones administrativas, lo controlan en su mayor parte las mafias rusas, que mueven más dinero con él que con la
cocaína"
, explicó Medina. "Y en él no importa tanto el entrenador como el médico -sentenció-- el diseñador de esa '
fórmula mágica' que te conduce al
podio, pero que como sucede al igual que en cualquier ciencia exacta, en el momento en que te desvías lo más mínimo en cantidades o plazos, el control te sale
positivo".
Selección DN+