La
cooperativa ganadera San Antón de Peralta, que aglutina a 22 socios, se ha librado in extremis de un cierre que parecía ineludible. La
ruptura del contrato comercial por parte de Senoble Ibérica, receptora de la leche producida en la cooperativa, a finales del pasado año parecía que la abocaba al cierre a partir del 1 de enero.
Sin embargo, un
acuerdo alcanzado por San Antón con Lactoduero permite a la cooperativa seguir con su actividad, ya que esta empresa comprará y suministrará, en calidad de intermediaria, los
52.000 litros diarios que se producen en la cooperativa peraltesa.
“Fue un acuerdo totalmente in extremis que se cerró el día 31 de diciembre por la tarde”, aseguran fuentes de la cooperativa. Asimismo,
definen el acuerdo como “el menos malo”, teniendo en cuenta el escenario que se abría el día 1 de enero y que llevaría a tirar la elevada producción diaria de leche en esta cooperativa peraltesa que inició su actividad en el año 1986.
“Se trata de un acuerdo a pérdidas, porque para nosotros es así, pero peor hubiera sido tener que cerrar y que se perdiera toda esa cantidad de leche”, asumen. El contrato con Lactoduero es por un año y ahora quedan por definir los términos de los contratos de los socios que conforman la cooperativa.
“Estamos trabajando en ello, pero de momento lo más importante ya se ha conseguido, porque la verdad es que el futuro se nos pintaba muy negro y
la solución se alcanzó sobre la bocina, ya que el 1 de enero íbamos a tener que cerrar”, añaden.
PACTOS DE PRECIOS
Desde hace casi cuatro años era
Senoble Ibérica, la filial del grupo lácteo francés, la que recogía la leche de la cooperativa y elaboraba con ella postres para la
marca Hacendado, de Mercadona. La repentina ruptura del acuerdo comercial, según apuntan desde la cooperativa peraltesa, parece estar en la
colaboración de San Antón con la Comisión Nacional de los Mercados (CNMC), que inició una investigación con el objetivo de
averiguar si la industria láctea pactaba los precios a pagar a los ganaderos repartiéndose así el mercado.
Dicha comisión extendió su investigación al sector, alcanzando también a Senoble, entre otras empresas, buscando
posibles conductas anticompetitivas.
Los ganaderos peralteses creen que la ruptura del contrato ha sido la r
epresalia tomada por la empresa. Ahora, tras unos días “muy malos y de mucha tensión”, desde la cooperativa quieren mostrar su agradecimiento por todas las muestras de apoyo recibidas.
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