El
Trujal Mendía de Arróniz acaba de estrenar las
nuevas instalaciones que ha estado construyendo desde el pasado mes de abril y que han absorbido una inversión de un millón de euros. La almazara cooperativa más grande de navarra, con más de 4.000 socios, ha construido una
nueva nave para albergar una tercera línea de molturación que ha elevado la capacidad del trujal a 200.000 kg diarios de aceituna, prácticamente el doble de la que tenía.
¿Significa esto que a partir de ahora sacará al mercado el doble de litros? Ni mucho menos, ya que la producción anual está limitada por la cosecha, ya que Mendía sólo envasa el aceite de sus socios. “Lo bueno es que ahora podemos molturar el doble de rápido, acortar las campañas y sobre todo, evitar que la aceituna recién recolectada espere para ser procesada”, explicó el presidente del trujal
Pedro González Castillo. Además, el trujal de Arróniz es una de las productoras integradas en la
DO Aceite de Navarra, certificación de calidad con la que califica una parte elevada de su producción y que conlleva unas mayores exigencias en el proceso de elaboración.
La capacidad de evitar esperas es especialmente importante en campañas abundantes como la que se avecina. La recogida de oliva en la región geográfica adscrita al trujal, toda la zona media de Navarra, comenzó el pasado 21 de noviembre con las variedades más tempranas: la arbequina, empeltre, negral y picual. ¿Cuánta aceituna se pesará en las básculas de Mendía? “Todavía es pronto para decirlo, pero
la cosecha viene muy abundante, unos 7,5 millones de kilos, quizá algo más”, vaticina González. Esta cifra está cercana a los récords máximos de la almazara, que se batieron el año pasado con una recolección de 8,3 millones de kilos.
A PLENO RENDIMIENTO
Los tractores y furgonetas que se acercan a las instalaciones de Arróniz para dejar su carga pueden ser despachados con mayor rapidez. Pese a tratarse de los primeros días de campaña, los agricultores se agolpaban en el trujal, atendidos por once empleados, el cupo completo de temporada alta. La nueva línea, compuesta por un conjunto de maquinaria integrada por batidora y decantadores horizontal y vertical estaba a pleno rendimiento junto a las dos antiguas en una nave de producción que con las obras se ha ampliado a más del doble. Aunque la fecha de inicio de la recogida se fija de antemano, la de fin es imposible de concretar. “Depende sobre todo del tiempo. Si no hace malo podemos acabar en un mes”, indica el presidente de la sociedad.
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