La
pretemporada es tiempo para coger la forma y acoplar a los nuevos jugadores, no para sacar conclusiones, pero al socio que tiene que renovar su abono o al aficionado que duda si este año sí será el que se saque el carné no le quedan otras pistas que los partidos estivales para elucubrar hacia dónde tirara su equipo. Y quedan menos de dos semanas para el inicio de la
Liga.
En el caso de
Osasuna, la pretemporada está dando argumentos tanto a los optimistas como a aquellos que siempre ven la botella medio vacía.
Los primeros destacan que, por fin, parece que el club ha acertado a fichar dos delanteros fiables, con gol:
Oriol Riera y
Ariel Núñez. El catalán ya marcó dos tantos al Heerenveen y el paraguayo, además de dejar detalles de calidad, anotó otro contra el Tenerife.
Sin embargo, estos goles, que junto al de
Puñal de penalti son todos los que ha conseguido Osasuna en sus seis partidos, no han servido para sumar ninguna victoria, como bien se encargan de señalar los pesimistas.
Los de
Mendilibar regresaron de
Holanda con un balance de cuatro empates y una derrota, que sonaban a suspenso, y lo terminaron de confirmar con el 2-1 en contra cosechado este viernes en Tenerife.
Para subir nota, y encarar la campaña 2012-13 con la moral por lo menos a media altura, a Osasuna le quedan tres balas: el 6 de agosto, contra el
Real Zaragoza, en el Torneo Ciudad de Tudela; el 7, contra la
Peña Sport en Tafalla y el 10, contra el único equipo de Primera al que se va a enfrentar en esta pretemporada, el
Valladolid.
Estos tres partidos, a priori, debían ser únicamente de preparación, pero han cobrado una importancia inesperada, ya que nadie se imagina llegar al primer partido de Liga, ante el
Granada, con un pleno veraniego de resultados adversos.
Selección DN+