El Helvetia recibe al Quabit Guadalajara, rival directo por la permanencia

El Helvetia Anaitasuna afronta este miércoles en su pabellón la visita del Quabit Guadalajara, del lateral navarro Mateo Garralda, un rival directo en su lucha por la permanencia al que los verdiblancos tratarán de doblegar para dar un paso de gigante en su aspiración de mantener la categoría.

Para este trascendental encuentro, son baja segura por lesión Maxi Cancio, Paco López y Carlos Chocarro, mientras que el guardameta argentino Matías Schulz, uno de los hombres más en forma del equipo, podría perderse el partido al sufrir un edema en un ojo.

No obstante, las buenas noticias en el equipo pamplonés llegan de la mano del extremo José Manuel García "Pocholo" que regresa a la convocatoria después de estar semanas en el dique seco por una lesión en el brazo, así como del lituano Rolandas Bernatonis, mientras que Miguel Goñi será duda hasta el último momento.

Pese a este panorama, el Helvetia saca fuerzas de flaqueza y, tras imponerse la pasada jornada a domicilio al Sagunto, es consciente de que un nuevo triunfo ante un rival directo supondría acariciar la permanencia: "Habrá que esperar resultados, pero, si ganamos, supondría un paso grandísimo", ha reconocido su entrenador Aitor Etxaburu. "Es una jornada que puede marcar diferencias, pero primero tenemos que pensar en hacer un buen partido y sumar los dos puntos nosotros", ha subrayado.

MATEO GARRALDA NO JUGARÁ

El Quabit, que vendrá sin Garralda por sus problemas en la rodilla derecha, ocupa un puesto por debajo del Helvetia con dos puntos menos y, tras el último triunfo frente al Naturhouse, estarán crecidos: "Es un rival muy difícil para jugar".

"Cuentan con una defensa muy fuerte y jugadores muy experimentados. Sus dos laterales izquierdos, Rudovic y Blazevic, tiene un potente lanzamiento y, además, cuentan con centrales como De la Salud o De la Rubla con mucha penetración y verticalidad, por lo que va a ser un partido tremendamente difícil e igualado", augura Etxaburu.

A pesar de la necesidad de sumar puntos y más jugando en casa, el entrenador del Helvetia no afronta el duelo como una final: "Tenemos la tranquilidad de que no es nuestra última oportunidad y eso nos puede ayudar a ganar porque la presión en estos partidos tan intensos no es buena como se vio en Sagunto", ha sentenciado Etxaburu, quien espera contar de nuevo con el apoyo de la afición.