Literatura
Redondo: “Mi última historia ha sido mucho más fácil de escribir que la trilogía”
Inmersa en la vorágine que implica ser la ganadora del premio Planeta, Dolores Redondo se reencontró con sus seguidores del Club de Lectura de Diario de Navarra, a quienes agradeció su apoyo: “Me disteis calor y fuerzas para seguir”

Actualizado el 09/01/2017 a las 16:55
Dos meses y medio después de recibir el premio Planeta de manos del rey Felipe VI, la escritora donostiarra Dolores Redondo recaló el día 3 de enero en el Club de Lectura de Diario de Navarra y lo hizo con la sensación de estar "reviviendo algo maravilloso". Así se lo comentó a su público: "Cuando vine a presentar El Guardián Invisible, me disteis calor y fuerzas, ganas de seguir. Volver aquí me hace revivir eso". También recordó que aquella primera vez, allá por 2013, estaba nevando en Pamplona. "Me quedé alucinada de que llenarais la sala". Ayer volvió a suceder lo mismo: un centenar de personas abarrotaron ese ‘salón de estar’ ambientado en la Biblioteca de Diario de Navarra. La charla estuvo conducida por José Ignacio Roldán, director de Comunicación del Grupo La Información y responsable del Club de Lectura.
Redondo comenzó haciendo balance de sus últimos años: "¡Han pasado tantas cosas! Son cuatro años tan llenos, con tantas experiencias especiales.... Parece que llevo 20 años llevando esta vida. Apenas da tiempo a pararse a pensar. A veces tienes la sensación de estar en una montaña rusa". De ahí que de vez en cuando sienta la necesidad de poner los pies en la vida cotidiana. "Empiezas a pensar en cosas más inmediatas, como por ejemplo: ¿tienes todos los regalos para Reyes?", dijo haciendo reír al público.
Ahora, en medio de la frenética gira de promoción de Todo esto te daré, la novela con la que ha logrado el premio Planeta, no parece desbordada. "Me canso como cualquiera que va a trabajar todos los días, pero no me oiréis quejarme jamás. Cada día estoy agradecida por lo que me pasa", aseguró. Incluso admitió haber reflexionado sobre lo efímero de la fama. "Antonio Gala ha sido lo máximo en la literatura de este país, pero ahora está absolutamente deprimido. Él vivió esa época en que a los escritores se les trataba como a jefes de Estado. Os aseguro que eso me ha hecho pensar muchísimo, porque yo puedo ser Antonio Gala y en cualquier momento puedo caer en el olvido. Puede que haya algún año en que nadie se acuerde de quién era Dolores Redondo", sentenció. José Ignacio Roldán le preguntó si su escritura se había vuelto más "intimista" con Todo esto te daré, una novela sobre la "codicia" que gira en torno a un pazo gallego de la Ribeira Sacra. "Quería escribir diferente, sin perder la voz que vosotros reconocéis, dejando que salieran otros aspectos de la escritura. Yo sentía la necesidad de contar la historia desde otro ángulo. Ha sido muy fácil de escribir, muy instintiva, muy natural. Me ha brotado como agua del río. En el caso de la trilogía, estaba preocupada por mantener el hilo conductor y también estaba el compromiso de contar la historia de Ainara", señaló aludiendo al caso real de una niña que fue sacrificada por una secta. "Espero que ahora sea mejor escritora que cuando escribí la trilogía. He abordado la escritura con más libertad, con mucha menos tensión", reconoció. Según Redondo, la literatura nace de una "herida" y el escritor debe estar dispuesto a convivir con el "sufrimiento" que ello puede generar. "El autor debe estar comprometido con lo que escribe y debe ser absolutamente honesto. Se ve la verdad en una novela. No hace falta que el autor lo haya vivido, sino que sea capaz de sentirlo. Es una cuestión de piel". Cuando los lectores de la Trilogía del Baztan le comentaban que habían llorado con ciertos pasajes, ella les contestaba: "Sé en qué página has llorado, porque yo también lloraba cuando lo estaba escribiendo". Como autora, a Redondo le afectó mucho el traumático desenlace que sufre uno de los protagonistas de la trilogía, el subinspector Jonan Etxaide. "Cuando ocurrió lo que ocurrió con Jonan, estaba realmente afectada, como si hubiese muerto un amigo mío. Me echaba a llorar", recordó.
Volviendo a Todo esto te daré, Redondo desveló algunas circunstancias personales que han acabado reflejadas en los protagonistas. Explicó que el personaje de Manuel, un escritor que investiga la muerte de su marido, es un recurso para hablar de la "dependencia" que sufren los escritores. "He conocido a los autores más importantes de este país y la mayoría reconocen la importancia de sus parejas a la hora de dedicarse a la escritura, esa generosidad de la persona que está al lado, ocupándose de lo cotidiano, mientras tú estás en tu mundo de quimera". En este punto, Redondo recordó parte del discurso del escritor Mario Vargas Llosa al recoger el Nobel, dándole las gracias a su esposa de entonces, Patricia Llosa, por plancharle la ropa y hacerle el equipaje. "Los escritores tenemos que tener cuidado de no despegarnos de la realidad", reflexionó Redondo.
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