Sucesos
Hallan muerto al expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa
El exdirigente ha aparecido con un disparo en el pecho efectuado por una escopeta de caza

- Diario de Navarra Agencias
El expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa ha aparecido muerto este miércoles con un disparo en el pecho de una escopeta de caza en lo que parece un suicidio, según han informado fuentes de la investigación.
Según las primeras versiones, el cadáver de Blesa fue localizado a las dos de la mañana en la finca Puerta del Toro, en la localidad cordobesa de Villanueva del Rey.
Las fuentes han detallado que Blesa, que llegó a la finca en torno a las 2:00 de la madrugada, se encontraba desayunando junto con un amigo, que es el dueño del coto de caza cercano que frecuentaba. En un momento se ha excusado de la mesa para mover su coche que estaba aparcado en unas cocheras.
Instantes después el amigo ha oído un disparo y ha alertado de inmediato al guardés de la finca que ha avisado a los servicios de emergencias.
Aunque no se descartan otras hipótesis hasta que se practique la autopsia, las primeras conclusiones de la inspección ocular de los agentes de la Guardia Civil y de la autoridad judicial apuntan a un suicidio.
El exdirigente de la entidad bancaria, que iba a cumplir 70 años el próximo 8 de agosto, fue condenado por la Audiencia Nacional el pasado 23 de febrero a seis años de prisión por apropiación indebida del patrimonio de Caja Madrid por gastar 436.688 euros con tarjetas opacas de la entidad. Junto a él fueron condenados los otros 64 usuarios de las visas, entre ellos su sucesor al frente de la entidad, Rodrigo Rato.
En abril, Blesa recurrió el fallo judicial ante el Tribunal Supremo argumentando que se basó en pruebas obtenidas de forma ilícita con las que se vulneró su derecho a la intimidad económica.
En el documento presentado al Supremo, Blesa alegó que la obtención de los datos no contó con la pertinente autorización judicial, ya que se accedió sin su consentimiento a una información de Caja Madrid que fue posteriormente manipulada por los servicios de Bankia.
Esta información, lo que se conoció durante el juicio como la hoja Excel, recoge "supuestas disposiciones" de Blesa, a las que Bankia accedió antes de comunicarlo al FROB o a la Fiscalía.
Estos gastos, sostuvo entonces Blesa, no eran sino un medio de disponer de una retribución, y ni siquiera eran propiedad de Bankia, sino de Caja Madrid y posteriormente de la Fundación Montemadrid; y ni consta que se autorizase legalmente a Bankia a obtener esta información sobre los titulares de las tarjetas o sobre los gastos efectuados con ellas.
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