La pamplonesa Dácil Sicilia Guelbenzu, de diez años, comienza a despuntar como una de las jóvenes promesas del esquí navarro. Ya ha logrado 15 premios, el último, este pasado enero en Formigal.
APENAS ha cumplido los diez años y ya cuenta en su estantería con cantidad de trofeos, premios y menciones en diferentes modalidades de esquí a nivel de competición. Quince en total.
La primera toma de contacto con la nieve de la pamplonesa Dácil Sicilia Guelbenzu, en un plano más allá del lúdico, fue a los cuatro años y medio, pero la experiencia no resultó como estaba prevista. "La llevé con toda mi ilusión, pero entre que estaba enferma, se caía y hacía mal tiempo, me pidió dejarlo", explica Patricia Guelbenzu, la madre.
Sin embargo, alentada de nuevo por la experiencia de Patricia, quien se calzó los esquís por primera vez a los siete años, Dácil regresó a Candanchú la temporada siguiente. "En cuatro días de entrenamiento, logró coger perchas sola y bajar por buena parte de la estación", asegura. Tanto le gustó la experiencia que continuó esquiando, afición que no ha dejado desde entonces.
Dácil siguió entrenando duro (cuatro horas durante los 50 días que dura la temporada) hasta que con siete años comenzó a competir. "Mi madre me compró un casco naranja, que siempre llevo conmigo, me da suerte", expresa la joven. "Es una manera de saber dónde está cuando baja por las pistas", matiza la madre. Siendo alevín, la mínima categoría por la que se puede competir, logró el primer puesto en Teruel, Formigal, Panticosa y Astún. Volvió a hacer podio el año pasado en Valdelinares y Astún. "Me gusta tanto que cuando no hay nieve entreno patinando y jugando a pádel para mantenerme en forma", dice la joven.
De este modo y siempre sin dejar de practicar, Dácil compagina sus estudios de quinto curso de Primaria en el colegio Nuestra Señora del Huerto, en Pamplona. "Hemos estado entrenando incluso en Suiza, y también allí se ha llevado los deberes. Los estudios son prioritarios", sostiene Patricia.
Tercera, de nuevo
Sin ir más lejos, Dácil logró en enero un tercer puesto en el trofeo alevín de Formigal. "Estamos muy contentas, ya que su triunfo es también el mío", asegura la madre, quien siempre acompaña a su hija.
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