Si alguien tiene la clave del buen juego que Osasuna desplegó ayer en el Coliseum, ése es el madrileño Javier Camuñas. La banda izquierda de Osasuna fue ayer la zona que mejor funcionó del equipo. Monreal realizó un buen encuentro en defensa, lo que permitió que Camuñas se prodigase más en las jugadas de ataque. Durante muchos minutos el de Parla encontró por ahí un filón por el que insistir una y otra vez.
Como dato, basta decir que entre los dos hombres de banda se dieron 90 pases, muchos más de los que suman por ejemplo Nekounam, Puñal y Rúper (67), los hombres en teoría llamados a controlar y dar salida al juego rojillo.
Después de varios partidos sin dar su verdadero nivel, ayer Camuñas enseñó de qué es capaz: calidad y desborde. El madrileño, que se enfrentaba a uno de sus ex equipos, fue el máximo asistente del partido con cuatro balones.
Sin embargo, a partir del 2-1 del Getafe, Camuñas desapareció por completo, mucho mejor defendido a partir de entonces por Torres. S.Z.F
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Turienzo Álvarez le enseña la cartulina amarilla a Camuñas después de que éste protestara una jugada. JOSÉ CARLOS CORDOVILLA
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